El Ayuntamiento de Segovia ha dado a conocer su decisión de señalar nuevamente los terrenos del barrio de La Albuera para ubicar allí también este año el recinto ferial de las fiestas de San Juan y San Pedro como lo venía haciendo desde el año 2017 en que se habilitó de “manera provisional”, a pesar de las protestas del vecindario por varias cosas: la dificultad de aparcamientos, suciedad, ruidos e incluso inseguridad y precaria protección ciudadana, reconocidas por el propio Ayuntamiento en cuanto a su inadecuada localización, superficie insuficiente y precaria en cuanto a la dotación de servicios (agua potable, servicios higiénicos, luz, etc.) que constituye un calvario para el Ayuntamiento, feriantes y público en general. Tan es así que este año, según han dicho, sólo se han recibido al efecto 56 solicitudes (en su mayoría de puestos ambulantes de baratijas frente a los 165 espacios disponibles que, en todo caso, requieren una profunda intervención de trabajos de acondicionamiento de tales terrenos para poder ser utilizados debidamente. Tampoco se consideró válida la propuesta del PP de llevarlo a los terrenos del CIDE, ciertamente alejados de la ciudad y escasamente acondicionado para tal fin.
En este sentido y a la vista de los inconvenientes que se concitan entre los terrenos y las exigencias de los feriantes, “La calle” -aunque no sea ésta precisamente su función- se permite sugerir un plan alternativo que se acerque más a una solución a tener posiblemente en cuenta.. Nos referimos a que el recinto ferial podría trasladarse –al menos como experiencia este año- a la bicentenaria Plaza de Toros (y accesos) que dicho sea de paso, la propiedad está promocionando de cara a la realización de este tipo de eventos. El ferial, pues allí, se focalizaría a una distancia semejante a la del barrio de La Albuera sin los inconvenientes, además, que argumentan sus vecinos. La plaza de toros, que no precisaría ningún trabajo de acondicionamiento de los terrenos, siendo un recinto acotado y en perfectas condiciones, dispondría además de suficientes servicios de agua potable y de evacuación de aguas residuales, abastecimiento de energía eléctrica (obviando el coste de generadores que debían aportar los feriantes) aparcamientos, servicio de autobuses, servicios higiénicos, pequeña enfermería para urgencias, escasez de ruidos y servicios de seguridad ciudadana. Añadiendo la excelente disposición de magníficos y cómodos espacios para el descanso.
Como es natural el ruedo su utilizaría para las atracciones más voluminosas es tanto que los espacios adyacentes a la plaza podrían ser la ubicación idónea de los casi 100 pequeños puestos ambulantes de baratijas, la parte trasera como parking de caravanas y todo ello sin entorpecer la deambulación de la concurrencia.
Claro, esta idea que propone hoy “La calle” podría ser una buena solución provisional a las dificultades con que se topa el Ayuntamiento para ofrecer un recinto ferial en condiciones y sin el rechazo que hoy miran con recelos y ausencias los profesionales del ocio ferial, se lograría un mejor desenvolvimiento de las atracciones, una mejor circulación de visitantes, un respiro para los vecinos de La Albuera y una mayor garantía de seguridad ciudadana. A lo mejor es cuestión de estudiarlo.
