La aldea abandonada de Matandrino, situada a tres kilómetros de la localidad de Prádena, ha sido adquirida por nuevos compradores, según detalla el portal Idealista. El enclave segoviano dejó de tener habitantes en 1963 y su anterior dueño, Roque Benito, que la compró en 2005, decidió poner a la venta de nuevo la pedanía, que cuenta con unos 3.800 metros cuadrados de los 5.000 que ocupa entero e incluyen, entre casas y parcelas, un total de 14 propiedades.
La oferta de venta para Matandrino era de 100.000 euros y ahora, bajo la inmobiliaria Segodomus, que ha sido la encargada de gestionar la operación, ya se han cerrado las arras y están a la espera de la firma en la notaría. Por el momento, los compradores no han dado detalles de los planes que tienen para la aldea, pero según confirma la inmobiliaria las ofertas recibidas eran para desarrollar proyectos de turismo rural.
Matandrino
Matandrino se encuentra cerca de la N-110, a 48 kilómetros de Segovia y a diez minutos en coche de Prádena. La pedanía lleva décadas sin luz ni agua corriente y sus calles. Quedó abandonada definitivamente en 1963 cuando su última vecina, de nombre Gregoria, decidió mudarse a Prádena.
Las ocho edificaciones que posee el pueblo a día de hoy se encuentran todas en mal estado. Tras casi sesenta años desde el fin de su actividad, las calles se han visto deterioradas con el paso del tiempo, pero la localización privilegiada del municipio lo convierte en un punto de interés para los compradores.
