No hay duda. El de ayer será uno de esos días que recordarán el resto de su vida. En esta ocasión, la mochila y ordenadores fueron sustituidos por las mejores galas y los ansiados diplomas a los que, durante tantos años, han aspirado el más de medio centenar alumnos del Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid (UVa) que ayer se graduaron.
En esta ocasión, los protagonistas del escenario del Salón de Actos fueron los estudiantes de los grados en Administración y Dirección de Empresas (ADE), Turismo, el Plan de Estudios Conjunto (PEC) en Turismo y Publicidad y Relaciones Públicas, Relaciones Laborales y Recursos Humanos y Derecho. Sus bandas bordadas de color naranja, verde, verde y gris, granate y rojo fueron un complemento más de los vestidos y trajes de cada uno de los egresados.
El acto estuvo presidido por el vicerrector del Campus segoviano, Agustín García Matilla, y la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, Marta Laguna García. Y cada una de las promociones fue presentada por los padrinos y madrinas de las diferentes titulaciones.
Pocos minutos después de las 18.00 horas, todos los alumnos y sus familiares tomaron asiento. “Es una alegría ver el Salón de Actos lleno después de la etapa tan difícil que hemos vivido”, aseguró García Matilla. Sin embargo, “es hora de volver a celebrar”, añadió.
A lo largo del acto, fueron visibles las caras de nervios e ilusión y también las lágrimas de emoción de los graduados y también de acompañantes. “Sois una generación admirable que no lo ha tenido fácil”, definió Laguna García. Pero que aún así ha podido superar todos los obstáculos y completar su formación académica universitaria.
Una de estas adversidades, la más importante, ha sido la pandemia, que obligó a cancelar la presencialidad de las clases. Todo ello con la incertidumbre que llevaba aparejada y, en suma a ello, las ausencias que esta situación ha provocado, las cuales han estado muy presentes en cada uno de los discursos de padrinos, madrinas y representantes del alumnado.
Aprendizajes
A pesar de ello, uno de los aprendizajes que han asimilado es que “somos dueños de nuestras propias decisiones y los únicos que podemos superar nuestros límites”, expresó Jaime Eduardo García, alumno representante de la IX Promoción de ADE junto a su compañera Nuria Calvo.
De este modo, los estudiantes priorizaron recordar los momentos positivos vividos en cada uno de los años en el Campus María Zambrano. Las anécdotas fueron un aspecto esencial en los discursos de Cristina Antón e Ignacio Rafael Soto, del PEC en Turismo y Publicidad y RR.PP.; y de Judith García y Pilar Fresneda, de Derecho. Viajes, excursiones, exámenes y amigos son tan solo algunas de las cuestiones que decidieron reseñar.

Pero también hubo agradecimientos a profesores, familiares y compañeros. “Han pasado cuatro años y ahora de nuevo nuestros caminos se volverán a separar. Pero siempre seremos familia”, manifestó Paula Pérez, alumna representante de la titulación de Turismo. Una opinión que también fue compartida por la estudiante portavoz del Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Zuriñe Molinero.
Cuatro años -cinco en el caso del Plan de Estudios Conjunto (PEC)- que parecían toda una vida, pero que “se han ido volando”, incidió la profesora madrina de los graduados en Derecho, a la vez que se mostró sorprendida por “los casi adolescentes que empezaron el grado y las mujeres y hombres que lo terminan”.
Los mejores deseos
Los ánimos y mejores deseos de cada uno de los docentes que intervinieron consiguieron sobreponerse al vértigo que ahora, para muchos de los graduados, supone mirar al futuro. “Asumid riesgos y permitiros fracasar. Las decepciones y fracasos nos enseñan muchas veces cosas que no habríamos podido aprender de ninguna otra manera”, insistió la decana de la Facultad.
“Hay utopías que nos alejan de ideales, pero hay otras que son posibles y cotidianas”, determinó el vicerrector Agustín García Matilla refiriéndose a la educación y solidaridad. Estas fueron las palabras que precedieron al orgullo mostrado por haber formado a buenos profesionales, pero sobre todo buenas personas; y, finalmente, al himno universitario ‘Gaudeamos igitur’, que clausuró el acto.
