El Caja Laboral eliminó ayer al Bilbao Basket, anfitrión el torneo, y ya está un poco más cerca de su quinto título en la Supercopa.
Brad Oleson, Fernando San Emeterio y Pau Ribas doblegaron ayer por 88-93, en la primera semifinal de la este campeonato, a un Bizkaia Bilbao Basket arrollado en los primeros 25 minutos de partido pero que, con una potente reacción final, soñó incluso con remontar una desventaja que llegó a ser hasta de 24 puntos.
Los 55 anotados y 68 de valoración de los tres jugadores seleccionables para Sergio Scariolo resultaron decisivos tanto por su cantidad como por su incidencia en el desarrollo de un partido que, en todo caso, siempre estuvo dominado por el Caja Laboral.
Oleson y San Emeterio acribillaron a triples a su rival en los dos primeros cuartos y luego le frenaron en sucesivas reacciones que siempre encontraban cumplida respuesta de los aleros baskonistas. Y Ribas remató el encuentro a tiros libres (9/10) cuando el Bizkaia, ya muy cercano en el marcador, se vio obligado a parar el partido para evitar que se le fuera en su intento de dar la vuelta a un choque que se le había puesto casi imposible.
Así lo pareció tanto en el minuto 24 como nada más comenzar la segunda mitad cuando el marcador reflejó unos guarismos que auguraban una derrota clara local (20-40 y 37-61).
Al desastroso inicio del equipo bilbaíno, muy desacertado en el tiro, contribuía también que uno de sus jugadores claves, Mumbrú, recibiese su tercera falta, una técnica tras personal, a los 4 minutos.
El regreso de vestuarios no cambió nada y tras un par de errores del Bizkaia, Heurtel se sumó al festival de triples de su equipo y con dos seguidos finiquitó las ya opciones que les quedaban a los de negro (37-61). Ahí, incluso, amagó con crisparse la afición bilbaína, pero no se cabrearon los seguidores locales, sino que animaron, y su equipo intentó un milagro que, en los últimos instantes, pareció posible, pero que no acabó concretándose.
Otro resultado: Real Madrid 70-74 Barça Real
