Llega a los calendarios el mes de febrero y en las asociaciones de mujeres se piensa en el bastón y en el mando. No es que en la actualidad falten, pero de vez en cuando, y sobre todo cuando se acerca la festividad de Santa Águeda (mañana 5 de febrero), conviene recordarlos; por quién fue la Santa y en especial, por lo que defendió.
La dignidad de la mujer y sus valores son celebrados por estas fechas en toda la provincia y, como era de esperar, las aguederas tampoco faltaron a su cita con la Historia y con el presente en los pueblos de Urueñas, Nieva y Valsaín. Siguiendo con una tradición que se remonta a sus abuelas, el sábado la alcaldesa de Urueñas, Inma Dillana, hizo entrega del bastón de mando y la montera a la alcaldesa nombrada por la celebración de Santa Águeda, Inés Martínez de Frutos.
Tras la cesión del testigo, las gaitas y los tamboriles del grupo Magerit Dulzaina Viva, sonaron en todo el pueblo acompañando a la comitiva hasta la iglesia. Una vez celebrada la eucaristía, la imagen de la santa recorrió las calles en una procesión que finalizó en el Centro Cultural, donde posteriormente tuvo lugar la comida de hermandad.
Las mujeres de Nieva, por su parte, optaron por celebrar el domingo candelero, comenzando la fiesta de Santa Águeda con la tradicional ronda por las casas de las mayordomas y el refresco, realizando el cambio de monteras entre las mayordomas salientes y las entrantes al son de la dulzaina y el tamboril. Mañana será cuando compartan chocolate y partidas de cartas, tras las cuales pondrán fin a la celebración.
Por último, en La Granja y Valsaín, los manteos y mantones, la música tradicional y los aperitivos ofrecidos por la Cofradía de Santa Águeda, pusieron color e imágenes a una proclamación que cada año es más tradición y menos reivindicación: la dignidad, los valores y el valor de la mujer.