Como dice el poema de Gabriel Celaya dedicado al maestro, “educar es lo mismo/que poner en marcha a una barca/hay que medir, pesar, equilibrar…/… y poner todo en marcha”. A la enseñanza dedicaron su vida desde los años 50 el matrimonio Antonio Rodríguez y Marina Barrio, que llegaron desde Segovia a Marugán para quedarse, preparando para la vida a los niños y jóvenes de este pueblo.
Y Marugán rendirá un homenaje póstumo a estos maestros, con un emotivo acto que se celebrará el próximo domingo. El concejal de Cultura, Adolfo Sastre, que fue alumno de los homenajeados, es uno de los impulsores de este evento, que reunirá a la familia de Don Antonio y Doña Marina, hijas y nietos con todos los vecinos que quieran asistir a este bonito acto. “Queremos agradecer de alguna manera que ayudaran a la gente del pueblo a estudiar y procuraran conseguir becas para ello, en unos tiempos difíciles”, explica Sastre. Este matrimonio permaneció en el colegio de Marugán desde 1950 a 1980.
El homenaje comenzará a las 13,30 horas de este último domingo de mayo en las escuelas de la localidad. Está previsto colocar en la fachada una reproducción de un cuadro de Antonio Rodríguez, de los Jardines Reales de La Granja, ya que fue también profesor de Dibujo en Segovia, y según recuerda el concejal de Cultura, “era un pintor muy bueno”.
También se instalará un panel con el poema de Gabriel Celaya, que continúa: “pero es consolador soñar mientras uno/trabaja,/que esa barca, ese niño/irá muy lejos por el agua”.
Y lejos llegaron muchos de aquellos niños que durante 30 años recibieron conocimientos de la mano experta de Antonio y Marina, que se involucraron en la vida cotidiana de Marugán como dos vecinos más. Y en otro panel se resaltará el motivo del homenaje: “En recuerdo y homenaje a Doña Marina Barrio y a Don Antonio Rodríguez, maestros ejemplares que desde 1950 a 1980, enseñaron y prepararon para la vida a los niños, niñas y jóvenes de este pueblo”. Al final del acto se servirá un vino español. Será el momento del recuerdo para los niños, hoy ya hombres y mujeres adultos, que aprendieron a vivir con Antonio y Marina, y tendrán la oportunidad de agradecérselo a sus hijas y familiares.
Está prevista la intervención de varios escolares de aquellos tiempos, que contarán su experiencia con estos dos maestros, que les animaron a convertirse también ellos en maestros y seguir impartiendo enseñanza a las nuevas generaciones.
