El Plan Pive 1, iniciativa puesta en marcha por el Gobierno en octubre para incentivar la compra de turismos y que contempló ayudas de 2.000 euros por unidad, ha recibido en Castilla y León 3.851 solicitudes, que suponen el 4,77% del total tramitadas a nivel nacional.
Estas cifras se dieron a conocer en una reunión que mantuvo el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, con representantes de la industria del automóvil para analizar la repercusión de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para reactivar la ventas en el sector. En este sentido, el representante de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Ángel Concejo, cifró entre un 30 y un 35% la pérdida de empleos en el sector de la distribución en la región, que antes de la crisis empleaba entre 8.000 y 8.500 trabajadores.
A su vez, el representante de Faconauto, que destacó que una de cada cuatro ventas que se hace en la actualidad está acogida al Pive, indicó que estas ayudas, «sin las que la situación del sector sería mucho más dramática», deben servir a la distribución «a encontrar el fondo de mercado».
Ruiz Medrano, que destacó que los objetivos planteados con el Plan Pive por el Gobierno, reducir la emisión de gases contaminantes rejuveneciendo el parque automovilístico y ayudar a la reactivación del sector, se han cumplido satisfactoriamente, anunció que las previsiones para el Pive 2 en Castilla y León, iniciativa que entró en vigor el día 4 y que también subvenciona con 2.000 euros la compra de vehículos nuevos, son de alcanzar las 7.500 unidades.
