Las peculiares características de Titirimundi, con la calle como escenario, hace esencial el trabajo de los voluntarios que en este tiempo equilibran con amabilidad y una sonrisa la atención al público y el normal desarrollo de los espectáculos.

Voluntarios, en Titirimundi. / KAMARERO
Las peculiares características de Titirimundi, con la calle como escenario, hace esencial el trabajo de los voluntarios que en este tiempo equilibran con amabilidad y una sonrisa la atención al público y el normal desarrollo de los espectáculos.