Quién la ha visto y quién le ve. El miércoles de la semana pasada defendiendo a capa y espada la labor y el extraordinario trabajo de la directora del CNI Paz Esteban, y cinco días más tarde la cesáis. Desgraciadamente para los servicios de inteligencia españoles, era una destitución anunciada a bombo y platillo, como pago y a petición de Esquerra y de Bildu para seguir manteniendo su apoyo. Entregar la cabeza de otro que depende de ti para salvar la propia, teniendo la certeza de su buen trabajo y lealtad, cuando menos es indigno y cínico. Y si además te jugabas que el CNI pasara a depender de otro ministerio que no fuera el de Defensa y, que la persona que sustituyera a la directora cesada, te lo impusieran, era demasiado.
Pero la cosa no queda aquí, pues para justificarlo, decías y mentías a los españoles en la rueda de prensa, que no era un cese sino una sustitución, para ver al día siguiente en el BOE: A propuesta de la ministra de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros, vengo a disponer el CESE de Doña Paz Esteban como directora del Centro Nacional de Inteligencia. ¡Hay que ver dónde quedan la honra y la dignidad! Pero no te preocupes Margarita, que cuando llegue el caso, Sánchez entregará tu cabeza cuando se lo pidan para salvar la suya, y esto será más pronto que tarde. Sánchez es capaz de todo con tal de seguir en la Moncloa, menos echar a los ministros de Podemos, porque sabe que se acabaría su tiempo como presidente. Y lo hará, cuando tenga previsto convocar elecciones, si es que no se van ellos antes, eso sí, cuando les convenga.
A los socios Frankestein ya no les gusta Sánchez, ni se fían de él, pero le tienen cogida la medida y por su culpa a todos los españoles, porque les está dando y les dará todo lo que le pidan. No podemos ni debemos olvidar que quien firma la Directiva de inteligencia que marca los objetivos bajo los cuales actúa el CNI, y que a quien informa el CNI, siguiendo la ley, es al presidente del Gobierno. Luego Sánchez, a diferencia de lo que ha dicho, sabía todo, lo del espionaje a los nacionalistas y el espionaje de su teléfono y los de otros ministros. Pero vayan ustedes a saber porqué país, aunque se puede intuir.
La clave está pues en qué tipo de información fue sustraída del teléfono de Sánchez, porque si estuvieran en juego los intereses nacionales de España y la posibilidad de estar siendo chantajeado o humillado, sería urgentísimo que fuera el mismo presidente quien informara. Porque por ejemplo, ¿porqué no pensar que el cambio radical de la postura de España y de Sánchez respecto al Sáhara, no entendida por nadie y criticado por todos, su sumisión y pleitesía asumiendo los postulados de Marruecos, no tenga nada que ver con la información sustraída del móvil de Sánchez? En definitiva, el problema no es el CNI, sino Sánchez. No se puede gobernar España cediendo permanentemente al chantaje de los que quieren destruirla y no se puede gobernar España sin conocer si la información robada de su móvil pueda estar siendo utilizada contra los intereses españoles. Cuanto antes pasemos página de esta legislatura, mejor será para todos los españoles.
