Segovia viaja en el furgón de cola del tren regional que se abre paso hacia el desarrollo de las competencias lingüísticas de los alumnos de enseñanzas obligatorias.
Solo el 30 por ciento de los centros de Educación Primaria y Secundaria segovianos cuenta con una sección bilingüe, un modelo formativo por el que la Junta de Castilla y León apuesta por potenciar el aprendizaje de inglés, francés, alemán, italiano o portugués entre los estudiantes más pequeños pero a tenor de las estadísticas de implantación, con intensidad desigual según la provincia de actuación. Hay una responsabilidad compartida, ya que la apertura debe ser impulsada a solicitud de los centros educativos.
La red de Educación de Segovia está formada por 78 centros públicos y privados y el mapa del bilingüismo tiene marcadas 22 secciones de idiomas, dejando al margen de esta oferta al 70 por ciento de las escuelas e institutos. Hay 19 secciones de inglés (14 en Primaria y 5 ESO) y tres de francés (una en Primaria y dos en ESO). Los centros públicos disponen de 17 programas y los privados de cinco.
La situación segoviana resulta significativa tanto si se hace una comparativa regional como si se contrasta con la de provincias con una población similar o menor a la segoviana.
Desde el curso 2006-2007, en el que la Consejería de Educación comenzó a implantar las secciones bilingües se han incorporado a esta red 535 en la Comunidad. La oferta segoviana representa el cuatro por ciento del total regional. Valladolid cuenta con115 secciones, al igual que León, Burgos con 75, Salamanca con 70, Zamora con 39, Soria con 38, Palencia con 33, Ávila con 29 y las ya indicadas 22 de Segovia.
El porcentaje de institutos de Secundaria con secciones bilingües en inglés respecto al total de centros es en Segovia del 21 por ciento, significativamente inferior a otras provincias. En León y en Soria ofrecen enseñanza bilingüe inglés-español más de la mitad de los institutos, en Valladolid, Burgos y Zamora, casi la mitad, en Palencia, Salamanca y Ávila, uno de cada tres.
En las aulas de Primaria se han desarrollado 15 secciones de idiomas, un dato que si bien significa triplicar la actividad de los institutos, pierde volumen si se amplia el campo de observación para situarlo en una estructura provincial formada por cerca de 60 escuelas.
A pesar de que el pasado año Segovia ya lucía el ‘farolillo rojo’, la Junta dejó a esta provincial fuera del bloque de secciones de nueva implantación para el curso 2014/2015 en centro públicos y solo dio paso a la solicitud del colegio Maristas “Nuestra Señora de la Fuencisla”. El resto de provincias se repartieron 75 nuevas aulas del programa de idiomas.
A petición de la comunidad
Las secciones bilingües pueden ser para alumnos de Educación Primaria o de Educación Secundaria Obligatoria. Es un programa que permite impartir dos o tres asignaturas —a elección de cada centro— en el idioma de la sección, de forma que la comunidad escolar determina las horas y las materias que se desarrollarán en una lengua extranjera.
La incorporación de este programa parte de la solicitud del centro. Algunos de los requisitos que exige la Consejería de Educación para autorizar secciones bilingües son la presentación de un proyecto, la acreditación lingüística del profesorado que impartirá las clases en el idioma solicitado (inglés, francés, alemán, italiano y portugués) y fijar un mínimo de dos disciplinas no lingüísticas y un máximo de tres en el idioma elegido, sin que el total de las materias impartidas supere el 50% del horario de los escolares, entre otros.
El establecimiento de las secciones bilingües, según marca la legislación (ORDEN EDU/6/2006, de 4 de enero; ORDEN EDU/1847/2007, de 19 de diciembre y ORDEN EDU/392/2012, de 30 de mayo), “corresponde al consejero de Educación, a propuesta de la comisión provincial que valorará cada una de las solicitudes presentadas”, si bien “excepcionalmente la Consejería de Educación, a propuesta de la Dirección Provincial de Educación correspondiente, podrá establecer de oficio secciones bilingües en centros públicos”. Las autoridades educativas revisan principalmente la implicación del claustro y los recursos disponibles.
