Cuéllar está de celebración este fin de semana y, además de la Feria Multisectorial a los pies del Castillo, podrá retomar otra de sus festividades más arraigadas, la de San Isidro. Es la propia cofradía la que ha organizado, junto a la Parroquia, un sencillo programa de actos en honor al santo, tras dos años de ausencia en los que la dulzaina no ha sonado en su honor, ni se han bendecido los campos que rodean la localidad.
Así, los hermanos de la cofradía de San Isidro ya están acudiendo, desde el día 9 a la novena en honor al santo que se celebra todos los días, hasta el viernes, a las 20.00 horas en la iglesia de Santa María de La Cuesta. Es el primer año que se honra a San Isidro en el templo después de su restauración, por lo que la imagen es totalmente diferente; por fin, la iglesia y el entorno permiten “lucir” al santo, que saldrá en procesión en un paraje de apariencia totalmente renovada y decorosa, ya que ha mejorado el aspecto interior y el de la zona ajardinada exterior.
Los agricultores cuellaranos y la Parroquia han decidido que la celebración tenga lugar el sábado 14 aunque el día 15 es el señalado como San Isidro. Así, el sábado se celebrará la misa en honor al santo a als 12.00 horas en la iglesia de Santa María de la Cuesta, y a continuación tendrá lugar la procesión. Esta se desarrollará, como es costumbre, por la parte trasera de la iglesia, en el camino que confluye hasta la calle El Cubo y hasta la cruz de Santo Domingo; acompañarán dulzaina y tamboril, mientras el santo bendice, como cada año, los campos que rodean el municipio. Las jotas se sucederán al son de las dulzainas según cruce el pórtico en santo y para festejar su día, seguro que con las ganas que se han guardado durante dos duros años. Los hermanos cofrades que se han inscrito a la comida acudirán al Restaurante San Francisco para festejar este día de asueto.
Para concluir el programa de actividades de San Isidro 2022, el lunes 16 de mayo, también a las 20.00 horas, se celebrará la misa de difuntos. Vuelve así un día importante para Cuéllar y un sector tan relevante en toda la comarca, que aunque celebra de manera sencilla, ha notado dos años de triste parón en sus encuentros y reuniones.
