Francisco Herrero (Carbonero El Mayor, 32 años), campeón de España de ultramaratón y cuarto de Europa, debutó con victoria en la Titan Desert y se enfundó el domingo el primer maillot rojo de líder. “No me lo puedo creer”, señaló en meta tras batir en un apretado sprint al defensor del título, el suizo Konny Looser, a quien superó por centímetros en la meta de Merzouga, junto a las dunas del Erg Chebbi, tras completar un recorrido de 119 kilómetros. El lunes dobló la apuesta y defendió la prenda soñada.
Herrero, que se enfundó el maillot de campeón nacional en León en octubre por delante de los exprofesionales en ruta David Arroyo y Paco Mancebo, controló la primera etapa de principio a fin junto a su compañero del Cannondale TB Roberto Bou, que entró en meta tercero. Fue un trabajo completo en equipo en una jornada de estrategia, navegación y de arriesgar por rutas alternativas. Herrero terminó del líder, pero de cara a la semana decisiva su apuesta va orientada a su compañero de equipo e incluso a Looser, a quien vio “muy fuerte”. “No tenía idea de luchar por la general, pero lo voy a intentar”.
“No esperaba para nada ganar, soy novato, nunca había corrido en el desierto y me cuesta asimilarlo. Vengo de carreras de ultramaratón, pero la Titan es otra cosa. Tenía la incertidumbre de la navegación, pero me he defendido bien y he logrado una victoria que me hace muchísima ilusión”, añadió Herrero, que marcó en meta un tiempo de 3h46m49s, a una media de 31,4 kilómetros por hora en un duro trayecto donde el calor, cercano a los 40 grados, y las pistas de piedra y arena fueron de gran dureza para los 640 participantes de la carrera de BTT por etapas más importante del calendario. La peor parte de la primera jornada se la llevó Josep Betalú, el cuatro veces laureado en la Titan. Una caída en el último tramo de la etapa le causó lesiones en una rodilla y hombro. Sus opciones acabaron en medio de la nada. Un rival menos para el segoviano.
Ayer, Julen Zubero (Krypteia) gritó victoria en el “desierto infinito” al final de la segunda etapa, disputada bajo un intento calor cercano a los 40 grados entre Merzouga y Ksar Jdaid, de 102 kilómetros, que finalizó con un grupo de siete corredores en el mismo tiempo, entre ellos, Herrero, que mantuvo el liderato al cruzar la meta, a escasos kilómetros de la frontera con Argelia.
El corredor vasco, ganador de tres etapas en la Titan, marcó un registro de 3h24m35s, a una media de 29.9 kilómetros por hora, mismo tiempo que el grupo de favoritos. Los corredores tienen que cargar en la etapa con los enseres imprescindibles para pasar la noche, incluido de dormir, y sin disponer de asistencia mecánica o de fisioterapia a la llegada.
Herrero también mostraba alegría en la calurosa meta de Ksar Jdaid. Llegar con los mejores abre el horizonte al campeón de Europa de ultramaratón. Mantuvo el maillot rojo de líder y se dio un baño de realidad al comprobar que su estado de forma le puede permitir luchar por la victoria final. En la general su enemigo será el defensor del título, empatado a tiempo, mientras que Zubero se colocó tercero a 53 segundos. “La experiencia está siendo brutal, estoy flipando. Creo que Looser es el más fuerte, pero, ¿por qué no voy a ganar yo? Estoy respondiendo a los ataques y esto supone un enorme golpe moral”, dijo. Hoy continuará el sueño en el desierto.
