La segoviana María Fuentes, estudiante de segundo de Bachillerato del IES Andrés Laguna, recibió el pasado 29 de abril una noticia que le hizo confirmar que el “duro trabajo” que realizaba desde hacía un año “había merecido la pena”: es una de las 50 ganadores de la Beca Europa 2022. Se trata de un programa educativo impulsado por la Universidad Francisco de Vitoria y el Banco Santander, que este año celebra su decimoséptima edición, en la que han participado más de 4.000 estudiantes de toda España.
Estas becas premian el talento académico con un viaje de veinte días por Europa, que se llevará a cabo del 26 de junio al 13 de julio. El itinerario incluye las ciudades de Alcalá de Henares, Bolonia, Heidelberg, Londres y Santiago de Compostela.
El pasado mes de febrero se celebró la última fase con 200 finalistas, de los cuales doce eran de Castilla y León: cuatro de León, tres de Valladolid, dos de Palencia, uno de Zamora, uno de Burgos y uno de Segovia.
Orgullo y satisfacción
María Fuentes descubrió esta beca a través del portal de la Casa Joven de Segovia. Aunque sabía que el proceso de selección no sería sencillo, no dudó en presentar su candidatura. “Si alguien se apunta con la única intención de ganar el viaje, le diría que no lo hiciera”, sostiene. Y es que la probabilidad de hacerse con una de las ayudas es baja, dada la gran cantidad de alumnos que participan. De ahí que la segoviana ni siquiera se planteara la posibilidad de llegar hasta la fase final, sino que su único objetivo era “aprender todo lo posible”, y se conformaba con “el simple hecho de vivir esta experiencia” que, en alguna ocasión, le resultó “difícil” compaginar con el curso.
Pero el 29 de abril, mientras estaba en clase de Matemáticas, llegó a su correo electrónico un mensaje que anunciaba que estaba entre los 50 mejores estudiantes. Cuando conocieron la noticia, a sus padres les invadió el “orgullo” por el esfuerzo y el sacrificio que hizo su hija y que “se vio reflejado”.
Más de un año de espera
El proceso de selección fue largo, puesto que arrancó en febrero de 2021 y constó de varias fases. En la primera tuvo que completar un cuestionario en el que le preguntaban por diferentes cuestiones de su vida y su percepción de la realidad. “El expediente no lo es todo”, afirma María, quien tiene una media de 8 en Bachillerato. A su juicio, buscaban a alguien con inquietudes y ganas de “cambiar las cosas”, unos requisitos que asegura cumplir. En junio conoció los resultados y, de los cuatro mil estudiantes que habían solicitado la beca, se encontraba entre los mejores 800.
En la segunda prueba, debía hacer un montaje audiovisual para explicar “quién es”. De nuevo, fue una de las 400 seleccionadas. En la tercera, realizó un test psicotécnico y un examen de inglés. En noviembre le dieron el resultado: ya quedaban 200.
La cuarta y última fase del proceso se dividió en dos apartados; en el primero, participó en el proyecto ‘BE Talent’, en el que buscó una forma de ayudar a la isla de La Palma, tras la erupción del volcán. En el segundo apartado, participó en el ‘Fin de Semana de Selección de Becas Europa en la Universidad Francisco de Vitoria’, donde asistió a numerosas conferencias, presentó su proyecto, realizó gymkhanas y convivencias en grupo.
Fue así como María pudo conocer a jóvenes de distintas partes de España, con los que espera no perder el contacto. Es esta, precisamente, una de las razones por las que solicitó la beca. “Una de las cosas que más me han gustado ha sido conocer a tantas personas con las mismas inquietudes que yo pero, a la vez, tan distintas”, cuenta.
Aunque cree que “cualquiera” podría haber ocupado su lugar, considera que “se la merece”, ya que se autodefine como una persona “inquieta, trabajadora y con ganas de aprender y superarse”. Tal es así, que en algo más de un mes se examinará de la EBAU con una idea más que clara del camino que quiere que tome su vida. A pesar de que “no se cierra puertas”, le gustaría estudiar Ingeniería Informática. La Universidad en la que cursar el Grado no le preocupa: no teme los cambios.
