La Gimnástica Segoviana tropezó en la jornada del domingo con la cruda realidad de la Segunda RFEF. Cuando el equipo tenía todo preparado para celebrar la permanencia matemática, con el campo casi lleno en la mejor entrada de la temporada y el plantel realizando una primera parte más que aseada ante un oponente que apenas pisaba el área azulgrana y que se marchó al descanso con 1-0 en el marcador, llegó un cierto exceso de confianza en el segundo tiempo que acabó con el conjunto gimnástico perdiendo el partido y todas sus opciones de jugar las últimas jornadas pensando más en fase de ascenso que en descenso a Tercera.
No es la primera vez en la que la Segoviana ve cómo el rival le termina aguando una fiesta que parecía inevitable, pero esta Segunda RFEF está tan igualado que, a dos jornadas para el final de la competición, solamente hay un descenso confirmado como es el del Ceares, con otros ocho equipos metidos en una diferencia de cinco puntos, por lo que todo puede suceder en los dos últimos encuentros de liga.
La derrota, aún siendo el peor resultado posible, no tuvo unas consecuencias terribles para la Gimnástica Segoviana porque el resto de resultados de la jornada no le fueron del todo negativos. Perdió el Marino, y el Arosa venció al Móstoles, por lo que la plaza de promoción y de descenso directo quedan ahora a cuatro puntos de los azulgrana con seis por jugar, por lo que al equipo de Ramsés Gil le siguen haciendo falta dos puntos para confirmar la permanencia matemática, porque el fútbol ha demostrado que las permanencias virtuales sirven de muy poco cuando llegan las derrotas.
Dos problemas
El partido frente a la Llanera generó dos problemas a la Segoviana. El primero de ellos llegó con el propio devenir del juego, puesto que Álex Conde pidió el cambio en los primeros compases de la segunda mitad al sentir molestias en su rodilla, por lo que habrá que comprobar la evolución antes de afirmar que podrá ayudar al equipo en las siguientes jornadas.
Y el segundo de estos problemas llega con la propia derrota, puesto que ahora hay que ganar un partido, o al menos conseguir dos empates, en los enfrentamientos ante el Palencia Cristo Atlético y Coruxo, dos equipos que están jugándose con el Bergantiños las últimas dos plazas de play off de ascenso a Primera RFEF.
El choque ante el conjunto palentino tendrá de nuevo como escenario el campo de La Albuera, una hora tan atípica para la Segoviana como las doce de la mañana, puesto que la Federación ha establecido ese horario como unificado para las dos últimas jornadas de la competición regular. Es indudable que la Segoviana se ha ganado el derecho a depender de sí misma para salvar la categoría, y el propio entrenador de la Llanera señalaba al final del encuentro que “la Segoviana está salvada”, pero pero tras la derrota frente al conjunto asturiano se ha puesto un poco más complicado lo de cambiar el adverbio ‘virtualmente’ por ‘matemáticamente’.
