La “lentitud” de las administraciones en la concesión de los permisos para intervenir en el convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del Río Duratón mantiene paralizadas las actuaciones previstas para evitar que el inmueble se derrumbe por completo. En un comunicado de prensa, la Fundación Arte, Cultura y Patrimonio Histórico, propietaria del convento, solicita una coordinación entre todas las administraciones y una resolución urgente que autorice la intervención inmediata en este conjunto monasterial ubicado en el fondo de la hoz de Los Ángeles en el cañón de las Hoces del Río Duratón (Sebúlcor), declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León el 13 de septiembre de 2012.
La Fundación solicitó el pasado mes de enero la licencia de obras urgentes para acometer los trabajos de restauración necesarios, siendo concedida por el Ayuntamiento de Sebúlcor, con el beneplácito del Servicio Territorial de Cultura de la Junta. “El problema que ha surgido es que para poder acceder al convento en estos momentos, se requiere disminuir el nivel de agua embalsada en el pantano de Burgomillodo”, explican desde la propiedad.
Para ello, se han puesto en contacto con Naturgy, compañía concesionaria de la explotación hidroeléctrica del pantano, que ha mostrado su disposición a rebajar la cota de agua, “siempre y cuando se lo autorizara la Confederación Hidrográfica del Duero”. Ésta ha solicitado información sobre el impacto medioambiental a la Consejería de Medio Ambiente, así como a la de Cultura. Transcurrido un mes, el Servicio Territorial de Medio Ambiente reclama ahora a la propiedad una lista de informes adicionales sobre el convento, entre ellos, el análisis del impacto que produciría la bajada de cota de agua en las piraguas que realizan excursiones por el pantano, “que tienen prohibido el acceso del Convento de la Hoz”, aseguran los propietarios. A su vez, indica la necesidad de presentar una explicación detallada de los trabajos a realizar, “a pesar de existir una memoria valorada por un arquitecto, aprobada por Cultura y el Ayuntamiento”.
La Fundación lamenta que tras cuatro meses de gestiones, “nos encontramos con las obras paralizadas”. Por ello, insiste en pedir una “mejor coordinación” a las administraciones y que “intenten ofrecer soluciones o, al menos, no entorpecer las que están en marcha”.
