A menos de dos semanas para que se dispute el primer clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, el equipo de Mourinho aventaja en seis puntos a su eterno rival, algo que en años anteriores parecía imposible a tenor del poderío azulgrana.
El bloque de Chamartín ha aprendido la lección y, por ahora, es el rival a batir, aunque según los más entendidos, la escuadra catalana sigue poniendo en práctica un juego más vistoso.
Pero la Liga la gana el que más puntos acumula en su casillero, y el Real Madrid suma 34, mientras que el Barcelona tiene 28, y todo ello cuando faltan 12 días para el balón eche a rodar en el partido que se disputará en el estadio Santiago Bernabéu el próximo 10 de diciembre.
Además, el equipo de la Castellana volvió a adjudicarse el derbi frente al Atlético de Madrid. Entre los nombres propios del choque destaca Cristiano Ronaldo. Al portugués le restaban pocos equipos por marcar en la Liga, y el cuadro ‘colchonero’ era uno de ellos.
Le endosó dos goles la pasada temporada en la Copa del Rey, pero se le resistía en la competición doméstica en las tres veces que se había enfrentado ambos equipos. A la cuarta, lideró al Real Madrid a un triunfo que le mantiene en el primer puesto.
José Mourinho marcó a su vestuario un objetivo: llegar líder al clásico. Enfrentarse al eterno rival, el Barcelona, con puntos de ventaja. Lo ha conseguido por la respuesta de sus futbolistas. Han ganado 13 partidos consecutivos para mantenerse primeros en la clasificación y certificar el pase como primero de grupo a los octavos de final de la Champions.
El Real Madrid es fuerte y lo sabe. Tiene margen para seguir al mando y defenderá el liderato con uñas y dientes, a sabiendas de que el conjunto catalán es el único que le puede poner en aprietos. El Barça sufrió su primer pinchazo serio, pero nadie duda de que estará ahí en los momentos claves. La lucha está servida.
