La gripe primaveral que este año ha sorprendido a los hogares, lugares de trabajo y centros educativos segovianos, ha perdido fuerza pero no se ha borrado su rastro ya que sigue circulando el virus y los especialistas de Castilla y León no se atreven a asegurar su desaparición.
Los síndromes gripales se sitúan por debajo del umbral epidémico después de cinco semanas de registrar una onda de intensidad baja. “No obstante, se mantiene una elevada circulación de virus de la gripe A(H3), tanto en muestras centinelas como en no centinelas, por lo que no es descartable un próximo repunte”, según consta en el último informe semanal de las infecciones respiratorias agudas (IRA) de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León (Red VIGIRA).
A diferencia de otros años, cuando la gripe aparece en Segovia a primeros de enero y cobra fuerza de circulación en los meses de invierno, este curso ha sorprendido irrumpiendo en marzo y dando una brusca subida de casos y contagios ya iniciada la primavera.
Con la misma velocidad que en dos semanas de marzo subió de 23 a 100 casos por 100.000 habitantes, ha bajado en abril hasta situarse en una tasa de 17 casos, de acuerdo a los datos de la Red de Laboratorios de Microbiología de Sacyl. El pico más alto se alcanzó entre el 22 y el 27 de marzo, cuando Castilla y León llegó a los 100 casos por cien mil habitantes, que es una cuarta parte de los niveles máximos a los que se ha subido en temporadas anteriores, por encima de 400 casos.
El informe semanal del Instituto Carlos III observa un descenso en las tasas de incidencia de gripe en Atención Primaria en los menores de 5 años y un ascenso en las tasas de hospitalización por gripe, especialmente en el grupo de 80 o más años, seguido del de 65 a 79 años.
Basándose en estudios genéticos realizados en el Centro Nacional de Microbiología se han caracterizado 483 virus de la gripe A (H3N2), que ha demostrado ser antigénicamente diferente al grupo al que pertenece el virus que se ha utilizado para elaborar la vacuna de la temporada 2021-22.
