Cuando el paladar saborea los dulces artesanales elaborados por sor Liliana y sor Beatriz, como unos buñuelos o unos mostachones, quien lo degusta piensa que toca el cielo, que ha llegado al edén, entre las paredes del convento de clausura de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Segovia.
Estas dos monjas dedicadas a la contemplación, que hoy han presentado su libro «Delicias celestiales» (Chronica Editorial) apostaron por rescatar las antiguas recetas conventuales y entrar en la mercadotecnia, para ayudar al sustento de la comunidad.
Y en este empeño andan, compartiendo la espiritualidad, la humildad y la timidez, con la sabiduría de buenas reposteras y el suficiente desparpajo como para enfrentarse a los focos y la cámara para grabar episodios de «Bocaditos de cielo», de Canal Cocina.
Tampoco ocultan su sacrificada vida de monjas de clausura, continuadoras de su fundadora Beatriz de Silva, en el que fuera palacio renacentista del Conde de los Villares, a donde llegaron hace unos 120 años, tras comprarlo por 25.000 pesetas de las de entonces.
En 224 páginas, «Delicias celestiales» contiene más de doscientas recetas que resumen la tradición repostera del convento, organizado en varios capítulos dedicados a los dulces tradicionales, los bizcochos, hojaldres y tartas o las cremas y natillas.
No faltan los consejos para elaborar en casa desde mousses a espumas y soufflés, los postres de frutas o los dulces de Semana Santa y navideños, algunos de los cuales ya dieron a conocer en su programa televisivo.