Las circunstancias han complicado la situación clasificatoria del Viveros Herol en la Asobal, y ha tenido que acudir al mercado para reforzar posiciones castigadas por lesiones. Luka Sebetic y Dmytro Horiha, croata y ucraniano respectivamente, son internacionales con sus países y llegan a Segovia escapando de la guerra. Vienen de ser diferenciales con el Motor Zaporozhye ucraniano, equipo de la máxima competición europea y ofertas no les han faltado. ¿Por qué entonces Nava de la Asunción?
Tiene que ver, seguro, con que el acuerdo con ambos es por tan solo unos meses, puesto que tanto Luka como Dmytro tienen la opción de regresar a un equipo de la élite con más músculo económico a partir de junio. Pero que a nadie se le escape que el nombre de Nava de la Asunción se escucha por el viejo continente desde hace tiempo. Hablan de un sitio que vive el balonmano, con una afición volcada arropada por un pueblo entero y que cumple los compromisos que adquiere, los económicos y los vitales. Y eso pesa. Si cuentas, además, con un entrenador que con su mera presencia condiciona para bien la llegada de jugadores de primera categoría, y tienes un patrón empeñado en que su equipo termine dándose a medio plazo una vuelta por Europa, encontramos las respuestas.
Luka Sebetic y Dmytro Horiha han dado un salto de calidad al equipo y este fin de semana exigieron hasta el final al Bidasoa en el casi inexpugnable Artaleku. Con ocho partidos por jugar, el objetivo está en evitar las tres últimas posiciones para mantenerse un curso más en una de las ligas más potentes de Europa. A por ello.

