La historiadora María Teresa Llorente ha dedicado algunos de sus últimos trabajos de investigación en las romerías de la Virgen de la Aparecida en los años finales del siglo XIX y los comienzos del XX. Para ello ha utilizado las imágenes fotográficas tomadas por Daniel Zuloaga en aquellos años, y las ha enmarcado en su contexto histórico, la disciplina que esta integrante también de la Academia de Historia y Arte de San Quirce, maneja con soltura.
María Teresa Llorente no sólo ha conseguido identificar más de cien imágenes vinculadas a Zuloaga que se conservan en el Museo del mismo nombre. Además ha inspeccionado los libros de actas municipales, el archivo parroquial y las memorias de Román del Real, antiguo alcalde y juez del municipio, y gran devoto de la Virgen de la Aparecida.
De este trabajo, la historiadora ha destacado la gran afluencia que registraban las celebraciones en honor a la Virgen de la Aparecida, romería tiene lugar a mediados del mes de junio. Además de los vecinos del pueblo acudían a esta cita los habitantes de Segovia capital y los pueblos próximos. Entre ellos, uno de los habituales fue Daniel Zuloaga, que dejó su impronta con las fotografías que tomó y que constituyen el importante legado que María Teresa Llorente ha clasificado y organizado.
Previamente tuvo que identificar el material, puesto que el aspecto de la ermita en aquellos años tenía poco parecido al templo actual. Tan solo la espadaña parece guardar relación. Pero detalles como la imagen de la Virgen, la manga que se saca en la procesión, o incluso las formas de los bailes de los danzantes han servido para dar fe del abundante trabajo llevado a cabo por el ceramista y pintor.
Devoción
“Las imágenes muestran que las romerías de La Aparecida eran muy populosas. Venía gente de toda la comarca y se distinguía muy bien a las distintas clases sociales que profesaban gran devoción a la Virgen”, relata Teresa Llorente.
La fertilidad de la zona permitía que crecieran grandes olmos en cuya sombra se colocaban los vendedores de todo tipo de productos.
Junto a la ermita existía la que se denominaba Casa del Santero, e incluso con posterioridad se levantó en la zona una caseta de camineros, que también es apreciable en las fotografías históricas. E incluso hubo una casa del ‘guardagujas’ que se construyó para dar servicio a la línea ferroviaria que pasaba por la zona.
La exposición de fotografía se inaugura mañana miércoles a las 19:00 horas, y estará abierta hasta el Viernes Santo. Coincidiendo con la apertura al público, la organizadora de la exposición ofrecerá una breve conferencia que permitirá conocer todos estos detalles, entre otros.
La charla y exposición forman parte del calendario de actividades que se llevan a cabo en el municipio con motivo de la Semana Santa.
