El Segosala Segobús perdió en la cancha del Albense y salvo sorpresa en el tramo final, no se clasificará entre los cuatro mejores de su grupo en la Segunda B. El equipo segoviano se vio sorprendido de nuevo por el equipo salmantino, que repitió frente a su afición el mismo planteamiento que tan buenos resultados le dio en el encuentro de la primera vuelta.
El equipo local colocó su línea defensiva en su propia cancha para cerrar los espacios a un Segosala que no encontró la manera en todo el partido de llegar con claridad a la portería rival. Los segovianos lo intentaron sin suerte, carentes de una circulación rápida de balón o de desequilibrio en el uno contra uno para mover a la defensa local.
UN PLANTEAMIENTO QUE DA FRUTOS
El equipo charro, cómodo sobre la cancha, esperaba su oportunidad para ponerse por delante en el marcador. Lo intentó al inicio con acciones de estrategia que llevaron peligro a la portería de Ángel, pero no logró mover el electrónico hasta el minuto 15 de encuentro. Álvaro Morales, tras recoger un rechace del meta segoviano a su propio remate de cabeza, hizo el 1-0 que reafirmaba al Albense en su planteamiento. Además, las dudas y la desesperación empezaron a apoderarse de un Segosala que pudo encajar algún tanto más antes del descanso.
En la segunda parte Ángel Zamora decidió retrasar la defensa de los visitantes para intentar sorprender al Albense a la contra ante la falta de ideas en el ataque posicional. Y aunque al principio hubo varias transiciones que no lograron materializar, los salmantinos no picaron en la trampa y se mantuvieron sobre la cancha sin ninguna fuga en su plan.
Pasaban los minutos y al Segosala le empezaron a entrar las prisas y, con ellas, los nervios, las imprecisiones y las malas decisiones. Así el Piensos Durán Albense propinó el segundo golpe de la tarde. Apretó en banda, recuperó el balón y a la contra, de nuevo tras una buena parada de Ángel, puso el 2-0 con nueve minutos por disputarse.
REDUCIENDO LAS DIFERENCIAS
Aunque faltaba mucho por jugarse, no tardó Ángel Zamora en apostar por el juego de cinco como la única solución ante su falta de ideas en campo rival. Con superioridad en ataque, los visitantes castigaron la valentía salmantina en su búsqueda del robo de balón. Álex puso la pelota en el segundo palo y Óscar, libre de marca, hizo el 2-1 con casi cinco minutos por jugarse.
El tanto del Segosala hizo que el Albense diera un paso atrás. Renunció a robar la pelota y se centró en cerrar huecos y líneas de pase. Y lo hizo a la perfección. De ahí al final del encuentro los segovianos apenas consiguieron llevar el balón a posiciones reales de peligro. Ya en el último minuto, y con los segovianos volcados sobre la portería charra, una pérdida de balón provocó que los salmantinos hicieran el 3-1 definitivo en la última jugada del choque.
