La mejor de las noticias llegaba de la mano del Club Ciclista San Miguel: la Clásica de la Chuleta y la Cronoescalada podrán celebrarse gracias a la colaboración de vecinos, Ayuntamiento y demás entidades. Los días 23 y 24 de abril se recupera una tradición que comenzó a peligrar antes de que estallara la pandemia, pero que finalmente sale adelante. Gracias a la formación de una nueva junta directiva del Club Ciclista San Miguel, su trabajo y el apoyo incondicional de cuellaranos y Ayuntamiento, la LXII edición de la Clásica de la Chuleta irá acompañada de las tradicionales parrilladas en los pinares por los que la competición se desarrolla.
Desde el club han querido agradecer públicamente al Ayuntamiento, tanto al alcalde como a la concejal de Deportes Raquel Gilsanz, su disposición a colaborar; “se han volcado”, comentó supresidente, Jorge Gómez Sacristán. Afirman que además del apoyo económico, que ha sido tan sustancial como necesario, el Consistorio han prestado su colaboración en la elaboración de los dos carteles, así como en la gestión y administración de permisos, que este año han cambiado y han dificultado algo las labores.
Como explicó Raquel Gilsanz, ha sido un trabajo en equipo y además de la subvención de 4.000 euros aportada como en años anteriores, el Ayuntamiento sufraga los gastos de ambulancias y vallado. Desde el Ayuntamiento aseguran que esta es una de las pruebas más importantes del año para la villa y ha habido que actuar en consecuencia, con apoyo y ayuda. Para la concejal, es relevante recalcar de nuevo que sin la celebración de la prueba deportiva no sería posible la celebración popular de “las chuletas” en los pinares. “Todos deberíamos ser socios de este club”, reconocía la edil.
El Club, por su parte, agradece el apoyo vecinal: de un centenar de socios se ha aumentado el número a 450 socios, con un gran incremento infantil. Destacan además el apoyo del pequeño comercio, “que esperamos sea correspondido por los vecinos”, ha señalado Andrés Suárez, vocal del club.
En estas pruebas de reconocido prestigio regional y nacional participarán un total de 18 equipos, alrededor de 150 ciclistas venidos desde Mallorca, Tenerife o Galicia entre otras procedencias. Para la cronoescalada se han inscrito 14 equipos.
Desde el Club Ciclista han querido pedir, ya que todo “sale adelante” y la concesión de permiso excepcional de hogueras en el pinar está al llegar, los vecinos sean responsables y dejen las zonas lo más limpio posible. Es fundamental revisar que las hogueras están bien apagadas al finalizar la jornada, así como recoger la basura generada y para la que se dispondrán contenedores especiales por el conocido como “puente viejo”.
Voluntarios
Ahora que todo está en marcha para que a finales de este mes se celebren ambas pruebas que tanto ha ansiado recuperar Cuéllar, solo queda un último esfuerzo colaborativo para captar voluntarios. Hay 25 motoristas inscritos para la cronoescalada y buscan al menos otra veintena. Pueden inscribirse en el Bar Ambigú, así como voluntarios a pie para los cruces y para ambos días, sábado y domingo. Es importante que los vecinos se vuelquen y donen algo de su tiempo ese fin de semana, para que se cumplan todas las normas de cortes de tráfico y seguridad en las dos pruebas que permiten la festividad cuellarana.
Carrera de cintas
Como explicaba uno de los miembros de la junta directiva del Club Ciclista San Miguel, aprovechando el lunes decretado como festivo local, se pretende recuperar una tradición antigua que en su día se perdió: la carrera de cintas. Se trata de una carrera en bici que siempre se celebró en Los Paseos de San Francisco y que pretende hacer participar a los niños de la localidad en un día de asueto como el que será el lunes 25. Se está intentando sacar adelante y que se celebre por la tarde, previa inscripción.
La carrera, antiguamente, consistía en realizar un recorrido en bicicleta mientras unos aros colgaban de una cuerda; con un plumín se cogían los aros y el ganador se llevaba una cinta confeccionada por chicas del pueblo.
Hoy en día se adaptaría y se pretende dar algún regalo a los pequeños participantes, así como “entorpecer” la carrera con algún obstáculo en forma de cono que haga más complicado este recorrido. Todo está “en el aire”, como confirmaban desde el club, pero su intención es que se recupere esta bonita tradición y los más pequeños de Cuéllar y comarca participen en este peculiar juego, para volver a asentar esta costumbre si la respuesta del público así lo permite.
