La experiencia sigue siendo un grado, y tal y como sucediera en el encuentro de ida, el Unami superó al Segosala por 1-0 en el derbi de los conjuntos segovianos de la Segunda Femenina que se decidió por el mejor hacer de las azules en el portero-jugador.
No defraudaron las expectativas ni Quique Molina ni Agustín Pérez, y el partido comenzó con el Segosala controlando la pelota y el Unami defendiendo en media cancha, tratando de ser más vertical que su oponente, y elevando la altura de la defensa cuando tenía oportunidad.
Fue Sonia la primera que tuvo trabajo porque el Unami, a través de lanzamientos lejanos, probaba a la portera del Segosala, que achicó espacios a Marta en una buena combinación local, más asentado sobre la pista en los primeros minutos, aunque poco a poco las de Agustín Pérez fueron cogiendo aire y Moni estuvo cerca del 0-1 con un remate que se fue ligeramente desviado.
A cuentagotas
El discurrir de los minutos dio paso a algunas acciones de calidad, como la que tras un precioso túnel, dejó a Alejandra sola ante Lau, que repelió su lanzamiento como antes había hecho con el de Ana tras un contragolpe rojinegro. También Sonia se tuvo que emplear a fondo ante un remate cercano de Cris tras un robo de balón que cogió descolocada a la defensa del Segosala.
Poco después, Lau sacaba dos claras ocasiones a Valle, porque el Segosala trabajaba mejor en un partido de ida y vuelta, mientras que el Unami tenía momentos más acertados con el partido moviéndose en un ritmo más bajo. Así, la ocasión más clara del primer tiempo llegó de las botas de Eva, que tras un saque de esquina envió su lanzamiento al larguero de la meta de Lau. El balón rebotó en la espalda de la portera local, que aún pudo atajar el esférico en la misma línea de gol.
Al descanso, el reparto de puntos sin goles señalaba la igualdad sobre la pista en un partido en el que ambos conjuntos tenían menos miedo a fallar que en el encuentro de ida, pero no terminaban de lanzarse a por su oponente. Hasta el momento, lo peor del partido estaba siendo la lesión de Chivi.
El segundo tiempo transcurrió como el primero, con Unami y Segosala buscando el error del rival para sorprender a la contra. El equipo de Agustín Pérez echaba de menos a Miri en las transiciones, mientras que el Quique Molina se agarraba a lo que pudiera hacer Laura Llorente en la ofensiva.
El Segosala dispuso de ocasiones más claras, pero la guardameta del Unami sacó todos los remates
Así, las ocasiones de gol no fueron numerosas, con una doble para Segosala que no encontró el gol, y otra para el Unami poco después que tampoco encontró su destino, por lo que el conjunto visitante apostó por sorprender con Sonia adelantándose en algunas acciones puntuales, pero sin fortuna.
El partido se movía a chispazos, y cada ocasión de gol de un equipo era respondida casi de inmediato por el oponente. Lau sacó a Moni un remate cercano tras un contragolpe, y apenas segundos más tarde entre la defensa en primera instancia, y Sonia en segunda, evitaban que el Unami se adelantara en el marcador.
Un portero jugador decisivo
Con un encuentro de tanto desgaste como el que protagonizaban ambos conjuntos, muy intensas todas las jugadoras en el repliegue defensivo, el paso de los minutos podía pasar factura. El Unami comenzó a ser menos preciso en los pases, y Quique Molina decidió situar a Marta de portera-jugadora buscando tres puntos que le son necesarios para afianzar la permanencia.
Y le salió perfecta la jugada al técnico del Unami, porque su equipo jugó de manera excelente el cinco para cuatro, y Cris logró el 1-0 rematando una acción local desde los diez metros. Adelantó a Sonia el Segosala, pero su acciones de portera-jugadora fueron más lentas y mucho menos claras y la victoria, de nuevo por la mínima como en el partido de ida, se quedó en el bando azul.
