Los centros educativos de la provincia de Segovia han escolarizado a 27 niños ucranianos desde que Rusia iniciara la invasión de su país el pasado 24 de febrero. Estos niños están recibiendo clases e integrándose en la vida escolar en distintos puntos de la geografía de la provincia y la capital segoviana, así como en diferentes niveles de estudios.
La Consejería de Educación ha explicado a esta redacción que los alumnos ucranianos que están llegando a los centros docentes de Segovia reciben “los mismos apoyos que cualquier otro extranjero que se escolariza en la Comunidad sin conocer el idioma”. El centro educativo, con el asesoramiento de los servicios de orientación, decide qué refuerzos concretos precisa cada alumno, que en la mayoría de las ocasiones consiste en la atención individualizada por parte del profesorado del centro o del profesor de educación compensatoria durante un horario concreto dentro del horario escolar.
El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Gobierno celebrado este jueves, hizo referencia a este proceso de integración en el ámbito educativo de la Comunidad, que se está llevando a cabo con un total de 270 menores en Castilla y León. Hay 31 integrados ya en el sistema educativo en Ávila, 44 en Burgos, 55 en León, 20 en Palencia, 19 en Salamanca, 13 en Soria, 49 en Valladolid y 12 en Zamora, además de los 27 de Segovia.
Y es que “dentro de las personas que llegan, muchos son menores que requieren de atención en el sistema educativo”, lo que “refleja de forma clara que, de forma mayoritaria, vienen madres acompañadas de sus hijos, porque los padres se están quedando en Ucrania”, dijo el portavoz de la Junta.
De hecho, también hay diferencia en los tiempos de llegada entre menores y madres, como demuestra que el número de menores no acompañados acogidos por el sistema de protección de la Comunidad procedentes de Ucrania es de 10 a fecha de ayer, cuando la semana pasada era de 27, un dato que oscila “no tanto por la disminución del número de menores sino porque llegan antes que su madre”. En el momento en que esta llega, el menor “pasa de estar en el sistema de protección a depender de la patria potestad de su madre”.
Según explicó Fernández Carriedo el número de personas refugiadas procedentes de Ucrania que han llegado a Castilla y León se ha duplicado en la última semana y alcanza ya las 1.128, fundamentalmente mujeres y menores de edad. Entre estas personas, 828 de ellas cuentan ya con una tarjeta sanitaria de desplazado.
Nuevos teléfonos de ayuda
La Junta de Castilla y León ha comunicado que, a mayores de la web puesta a disposición de los ucranianos días atrás, también se han habilitado dos teléfonos de información para todos los interesados en aportar su ayuda.
Concretamente, estos teléfonos son el 012, destinado a aportar información a todo el que quiera donar material -no dinero- para saber dónde tiene que hacerlo; y otro teléfono, el 900.102.214, de Cruz Roja, relacionado con los ofrecimientos de acogimiento de familias o puesta a disposición de viviendas para estas los refugiados ucranianos.
Finalmente, el portavoz de la Junta de Castilla y León también ha subrayado que una de las primeras medidas que adoptará el futuro nuevo Gobierno de la Comunidad, aún pendiente de confirmar ya que el actual lleva más de cien días en funciones, será el aprobar un plan de ayuda para el pueblo ucraniano, aunque no ha avanzado ninguna medida.
Carriedo ha hecho un llamamiento a la solidaridad de la gente pues, si bien ahora el sistema puede cubrir las necesidades de estas personas refugiadas, si el ritmo de llegada sigue este crecimiento -se ha duplicado en una semana-, “el sistema puede llegar a verse tensionado”, ha concluido el portavoz.
