La Diputación Provincial creará una línea de subvenciones para financiar la elaboración de sus propios mapas de ruido a aquellos ayuntamientos que lo soliciten. La corporación provincial aprobó este jueves en pleno esta iniciativa por unanimidad, planteada a través de una moción por el Grupo Socialista y defendida por el diputado Pablo Torrego, que ayer participó en la sesión de forma telemática por problemas de salud.
La Norma Subsidiaria de Rudio y Vibraciones, aprobada en pleno el 28 de noviembre de 2013 por la Diputación y publicada en el Boletín Oficial de la Provincial de 26 de marzo de 2014, tiene por objeto regular el ejercicio de competencias que tiene atribuidad la Diputación de Segovia en materia de contaminación acústica al amparo de los establecido por la Ley 5/2009 de 4 de junio de, ruido de Castilla y León.
Torrego recordó que la ley exige la presentación de estudios acústicos para la concesión de nuevas licencias de construcción de edificaciones y de ensayos acústicos ‘in situ’ previos a la concesión de licencias de primera ocupación. “Estas obligaciones representan unos costes importantes para aquellas personas que deciden construir su vivienda en un entorno rural, ya que el primer estudio tiene, según mercado, un coste aproximada de unos 400 euros, mientras que el segundo estudio para la licencia de primera ocupación puede rondar los 300 euros”, señaló.
El diputado socialista explicó que aquellos municipios que tengan un mapa de ruido aprobado, muy pocos en la provincia, puede hacerse innecesaria la presentación de los estudios acústicos previos, con el consiguiente ahorro para los promotores de nuevas edificaciones, “algo que gracias a nuestra propuesta aprobada hoy (por el jueves) podrá ser una realidad en un futuro cercano”.
La moción contó con el respaldo de PP y Ciudadanos porque, en palabras de Ángel Jiménez, “es acertada porque supone un alivio económico para aquellos promotores que apuestan por el medio rural”. Por su parte, la diputada de Asistencia a Municipios, Sara Dueñas, comentó que “nos parece que puede ser una buena práctica para aquellos ayuntamientos que decidan crear un mapa de ruido y por ese desde el departamento desarrollaremos unas bases en las que demos preferencia a los ayuntamientos con núcleos compactos que es a los que obliga la ley”.
