Desde que en 2009 la Academia de Artillería decidiera compartir con los segovianos la celebración del ‘día grande’ del arma en la Plaza Mayor, la festividad de Santa Bárbara se ha transformado en un acto en el que el vínculo entre Segovia y la Artillería estrecha aún más si cabe sus lazos. Pese a la amenaza de lluvia que las previsiones meteorológicas situaban a mediodía de ayer, centenares de segovianos se dieron cita ayer para acompañar a los artilleros en la celebración de su ‘excelsa patrona’ en un acto castrense presidido por el general de división Amador Enseñat y Berea, director de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación. La totalidad de los alumnos de la 305 promoción de la Enseñanza Militar de la Escala de Oficiales y de la 42 y 43 promoción de suboficiales, a las que se añadió una sección de militares profesionales de tropa, tomaron parte en el acto militar, precedido por una misa solemne en la iglesia de San Miguel.
El turno de intervenciones previstas en el acto dejó claro el cariño y el respeto mutuo entre Segovia y la Artillería. La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, recordó los “252 años de historia compartida” de la ciudad y el centro de enseñanza militar más antiguo del mundo en la actualidad, y celebró que segovianos y artilleros celebren juntos en la “plaza de toros” su festividad. Así, recordó también la vinculación de Segovia a la innovación tecnológica y científica, que ejemplificó en el Acueducto como la obra de ingeniería civil más importante del imperio romano, el primer libro impreso en España de la mano de Juan Parix o la Casa de la Moneda; y señaló que la llegada de la Academia de Artillería “trajo a España la Ilustración y la modernidad” con científicos e ideas innovadoras. Además, indicó que la Artillería, en el marco de las Fuerzas Armadas, ha contribuido a la defensa de los valores de seguridad y libertad expresados en la Constitución, y felicitó a los ciudadanos que ayer juraron bandera por subrayar este compromiso común en la defensa del proyecto de país recogido en la Carta Magna.
Por su parte, el director de la Academia de Artillería, coronel Javier Alonso, también quiso destacar en su alocución el “fuerte valor simbólico” del acto, y recordó que no es nuevo en este entorno, ya que en 1906 tuvo lugar la primera jura de bandera en la capital fuera de las instalaciones de la Academia de Artillería. Además, expresó el orgullo de los artilleros por ser acreedores de la Medalla de Oro de la Ciudad que recibieron hace ya 60 años, e hizo votos por que este espíritu de colaboración se siga manteniendo en el futuro.
