La Consejería de Educación va a cambiar los criterios de adjudicación de becas y ayudas de estudio para el curso próximo con la especial intención de atender a las familias con mayores necesidades. El titular de este departamento, Juan José Mateos, se mostró muy preocupado y concienciado con los problemas que viven muchas familias con dificultades económicas para adquirir los libros de texto. “La realidad es muy dura, muy dura” recalcó en Segovia para acto seguido declarar que “estoy dispuesto a hacer los máximos esfuerzos posibles para atender a la población de Castilla y León en ese aspecto”. “Los libros —añadió— no pueden ser un elemento que discrimine a los escolares y cree dificultades para seguir aprendiendo”.
En este sentido, Mateos hizo referencia a la extensión del programa Releo y a la disponibilidad de bancos de libros en los centros docentes, que facilitan el intercambio de material usado de un curso a otro. Pero también mostró su intención de acompañar estos programas con cambios en las convocatorias de becas y ayudas, sin desvelar por el momento en qué consistirán tan solo haciendo referencia a que se encaminarán a atender a las familias con necesidades más acuciantes. “Tengo dos o tres meses para pensar exactamente cómo lo vamos a hacer, pero necesito conocer el proyecto de presupuestos para el curso que viene”, manifestó el consejero de Educación.
Becas para universitarios
En sus declaraciones a los periodistas, el representante de la Junta de Castilla y León diferenció las dificultades que pueden tener algunos niños para disponer de material básico y seguir la enseñanza obligatoria, con el hecho de que 1.356 universitarios se hayan quedado sin beca en el curso 2012/2013 a pesar de cumplir los requisitos. “Que un alumno se haya quedado sin beca no quiere decir que no pueda estudiar, porque una cosa es que no le hayamos dado una cantidad económica y otra cosa es que eso le impida tener sus estudios en la universidad”, declaró el responsable de la Consejería de Educación.
