España, y más concretamente Canarias, lloran la muerte de los dos militares españoles fallecidos el pasado domingo en el atentado de Afganistán, que llegaron ayer por la tarde a la base aérea de Gando (Gran Canaria), donde fueron recibidos por sus familiares, que protagonizaron escenas de dolor. Hoy se celebrará el funeral, que será presidido por el Príncipe Don Felipe en el acuartelamiento de Fuerteventura.
Los féretros del sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín viajaron en el avión de la Fuerza Aérea Española junto a la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general José Julio Rodríguez.
Antes de despegar la nave, la dirigente socialista estuvo en Herat, en la base española, donde intentó animar a los soldados, al tiempo que indicó que la misión en Afganistán ha entrado en su «etapa final», pero advirtió de que «no por ello hay menos riesgos».
Seguidamente, la ministra subrayó que se ha perdido la vida de «dos valientes que se han ganado para siempre un lugar entre los héroes del Soria 9», unidad a la que pertenecían. Tras subrayar que «todos los españoles estamos en deuda» tanto con los fallecidos como con los otros tres soldados heridos en el mismo atentado, agregó que la sociedad «siente sincera admiración y profunda gratitud» por su trabajo en el país asiático.
Tras recordar que ha viajado más de una decena de veces a Afganistán desde que ocupa la cartera de Defensa, hace 40 meses, Chacón, que pidió comparecer próximamente en el Congreso de los Diputados, destacó que cuando le preguntan por Afganistán siempre responde que es la misión «más dura, la más difícil y la más arriesgada» de todas en las que España ha participado en las últimas décadas. Y añadió que le gusta agregar a esa coletilla que «los militares que tenemos allí son los más duros, los más valerosos y los más profesionales».
Conforme pasan las horas, se van conociendo más datos sobre los dos finados. La historia de Niyireth Pineda Marín es la de muchos colombianos que, por falta de oportunidades en su país, buscan mejores horizontes para ayudar a su familia.
Según relató su hermana, Nuribia, «hace siete años ella viajó a España en busca de mejorar su situación y la de su hijo -que tiene 12 años y vive en Canarias-, pues como madre soltera y cabeza de familia, quería lo mejor para él». Antes de partir, la chica era maestra de escuela en un pueblo. La última vez que la joven habló con Niyireth fue cinco días antes de su muerte: «Ella nos llamó y me dijo que la situación en Afganistán era muy difícil porque los ataques contra las tropas españolas eran constantes».
Por otra parte, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) advirtió al Gobierno central de que, una vez anunciado el calendario de retirada, es el momento de «hacer balance» de la misión, y avisó de que si acaba en un «fracaso» la pregunta obligada será «para qué hemos estado allí y para qué se han dejado tantas personas por el camino».
«La retirada envalentona a los talibanes».- El general Luis Alejandre, antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), afirmó ayer que el anuncio de la retirada de tropas de Afganistán «envalentona a los talibanes». «Ellos suelen decir que nosotros tenemos los relojes, pero ellos tienen los tiempos. El repliegue debe hacerse, pero no bajo presión por opiniones públicas o momentos electorales», añadió.
En este sentido, manifestó que los militares no tienen problemas puesto que obedecen a lo que su Gobierno les manda y lo hacen de la mejor forma posible. Tras no descartar futuros atentados, Alejandre explicó que lo que más le preocupa es que los insurgentes conocen los planes de la coalición de invadir este verano un valle bajo su control y temen que la Policía dé con ellos. El segundo aspecto que le preocupa es la opinión pública española: «En muchos sectores de nuestro país, la bandera que los soldados han besado, la proscriben, se la quitan o se la insulta».
