Después del gran susto que provocó el martes la fuga de varias reses de ganado bravo en el entorno de la localidad segoviana de Brieva, con el resultado de dos vecinos heridos tras ser atacados por vacas bravas, los ayuntamientos empiezan a tomar medidas. En este sentido, la alcaldesa de Brieva, Pilar Martín, explicó que mañana viernes ha solicitado, junto a la regidora de Espirdo, una reunión con el delegado territorial de la Junta y responsables del Servicio de Ganadería, para buscar establecer medidas de control de ganado en estos pueblos e impedir que se vuelvan a producir situaciones como la vivida en Brieva.
La alcaldesa explicaba ayer al mediodía que aún se mantenía la “alerta” en su pueblo, ya que, al parecer, la Guardia Civil continuaba buscando a algunas de las reses que aún no habían sido recogidas y seguían por los caminos. De hecho, el Ayuntamiento de Torrecaballeros también pedía precaución y prudencia a sus vecinos y evitar salir a pasear por los caminos rurales. Así, en redes sociales se podía ver este mensaje: “Se está procediendo aún a la recogida de las reses bravas que se escaparon ayer (martes). Esta mañana (por ayer) han aparecido tres en el camino de Torrecaballeros a La Higuera, por lo que rogamos se sigan extremando las precauciones y no se salga por caminos y dehesa a pasear”.
Como se recordará, los hechos se produjeron a las doce y media de la mañana del martes, cuando varias vacas bravas, “entre 4 y 16”, según la alcaldesa, aunque ayer ya podían haber sido hasta 20, se escaparon por el entorno de Brieva, introduciéndose algunas en otras fincas cercadas y generando un gran susto. Inmediatamente se contactó con la Guardia Civil, que inició una batida por la zona para reconducir a todas las reses. A las cinco de la tarde, aún se continuaba trabajando sobre el terreno para controlar al ganado fugado, recomendando los ayuntamientos del entorno a sus vecinos no salir a pasear por los caminos rurales.
Dos vecinos de la localidad de Brieva resultaron heridos, al ser atacados por dos vacas. Uno de ellos, que fue corneado, se mantenía ayer en el Hospital General de Segovia, con “pronóstico reservado, aunque fuera de peligro”, según explicó Pilar Martín. El otro vecino, que intentó ayudar al primero, reduciendo a la res atacante, también fue trasladado al centro hospitalario, aunque pudo regresar ese mismo día a su casa, al no revestir gravedad.
Aunque aún no ha sido confirmado por la Guardia Civil, que seguía ayer reconduciendo las vacas e investigando su procedencia, todo apunta a que se trata de reses de la ganadería de Marqués de Quintanar, una de las cinco o seis ganaderías establecidas en este entorno.
La alcaldesa de Brieva insistía ayer en que se quieren tomar “medidas drásticas”, para impedir que se produzcan este tipo de situaciones. No es la primera vez que se registra un ataque similar por parte de vacas bravas. Hace años sucedió otra fuga de reses, con el resultado de una persona herida muy grave. Las regidoras de Brieva y Espirdo plantearán todas estas cuestiones a los responsables de la administración territorial.
