Vivimos momentos muy complejos, con seguridad los más complicados en muchos años, por los efectos de la pandemia por el covid-19, todavía sin terminar de resolver y además por los movimientos geopolíticos con los precios de los combustibles y la electricidad (modelo del PP de 2013), agravados por la invasión de Putin en Ucrania.
Sin duda es momento de analizar quien defiende los intereses generales, el verdadero patriotismo de defender a España y sus intereses globales y quien utiliza la situación para desgastar o utilizar los problemas para intentar sacudir al gobierno sin pensar que el perjuicio es mayúsculo para la ciudadanía.
Entiendo perfectamente y empatizo con los problemas de los sectores afectados por la subida desbocada de los combustibles, de la electricidad: tanto los trabajadores, empresarios como usuarios en general. Transportistas, agricultores y ganaderos, empresarios, etc. También comprendo que puedan manifestar, sobre todo los más pequeños, sus dificultades y que se tomen medidas. Que paradoja, el gobierno que más ha invertido en mejorar las condiciones de empresas, autónomos y trabajadores en la historia de nuestro país, por la estrategia mediática, las mentiras y falsas noticias intentan que la ciudadanía pueda reconocerlo. Basta con mirar los años de gobierno del PP en la crisis de 2011, cómo dejó a tanta gente en la estacada y cuántos impuestos subió, para imaginar lo que ahora hubieran ejecutado.
Me pregunto también cómo la oposición en nuestro país ofrece fórmulas mágicas de bajadas de impuestos
Me pregunto también cómo la oposición en nuestro país ofrece fórmulas mágicas de bajadas de impuestos, sin pensar en los servicios públicos que deben financiar o cómo Ayuso verbaliza eliminación de todos los impuestos o se ríe de las cifras de pobreza extrema en Madrid y se quedan tan anchos, cuando la realidad es que ya se han bajado impuestos en la factura eléctrica y los precios siguen subiendo. Parece mentira que los que se dicen liberales y defensores de que actúe el libre mercado, después exigen al Estado fondos y resultados sin prever como se financian. Por cierto, ¿han escuchado a la ultraderecha de Vox o al PP exigir a los grandes beneficiados, las empresas energéticas y eléctricas, que financien con sus ingentes beneficios estas bajadas fiscales? La respuesta es que están para defenderlas.
Les importa tanto los trabajadores, de las clases medias y bajas, que PP y Vox votan en contra de garantizar los salarios mínimos en el parlamento europeo. Y para rematar el amigo de Putin, Abascal de Vox pide meter en la cárcel a UGT y CCOO, criminalizando a todos los que no piensan como él. Imposición y odio sus ideas.
La cumbre europea de esta semana es de capital importancia para nuestro futuro, y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, se ha implicado a fondo para intentar que los resultados lleguen a la ciudadanía. El día 29 el Consejo de Ministros, tomará importantes decisiones, para dar respuestas a los sectores más afectados después de conocer la implicación de la UE. Por cierto, ya se anunciaron como en el resto de UE.
Es el momento de la responsabilidad y de llevar a España en la cabeza, no sólo en la pulsera y veo al futuro Gobierno popular-franquista de Mañueco en Castilla y León, de perfil, escondiéndose, será por eso de la ‘moderación que propugna Feijóo’ pactando con la ultraderecha, cuando en Europa provoca asombro y gran preocupación.
Termino constatando que mis compañeros en el Congreso, el Sr. Postigo se ocupa de cargarse de un plumazo el espíritu de la transición criminalizando a IU, cuando en Extremadura permitió gobernar al PP (vaya cinismo) y Sr. Jiménez defendiendo un modelo de familia excluyente y franquista. Esas son las constataciones.
(*) Diputado del PSOE por Segovia.
