Los nombres franquistas de al menos 21 calles, incluída la Avenida de Fernández Ladreda, serán sustituidos a lo largo del actual mandato municipal, esto es, en los próximos seis meses, aunque el acuerdo adoptado ayer fija un plazo de tres. Luis Peñalosa (IU), logró sacar adelante su moción, entre los reproches del portavoz municipal del PP, Jesús Postigo, quien, hasta en al menos dos ocasiones, acusó al veterano concejal de IU de “chantajear” al Gobierno socialista, lo que le valió la reprimenda de la alcaldesa, Clara Luquero.
Fue la regidora la que puso fin al debate para disipar cualquier duda sobre la voluntad de los socialistas, a quienes Peñalosa había reprochado estos últimos días que no querían eliminar los nombres franquistas —y no cumplir el acuerdo recogido en el pacto de gobernabilidad PSOE-IU— por motivos puramente electorales.
Frente a la petición del PP, que reclamó un estudio técnico detallado para saber qué calles debían cambiar de nombre para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, Luquero habló de otro, realizado a nivel interno, con biografías de los personajes,“que deja muy claro quien eran esas personas”.
Luquero recalcó que la Ley se iba a cumplir, así como el pacto de Gobierno entre PSOE e IU que recogía, entre otros puntos, el acuerdo de borrar la nomenclatura franquista del callejero. “Cumpliremos la ley y el pacto, y durante este mandato”, enfatizó la alcaldesa, que con anterioridad ya había explicado que el Gobierno municipal estaba ya negociando la propuesta de nuevos nombres con los vecinos de San José, un barrio donde existen 16 calles con nombres alusivos a la Guerra Civil y a la Dictadura.
Tras un estéril debate, de orden puramente formal, después de que IU tuviera que modificar ‘in voce’ la moción, a instancias de la Secretaria General del Ayuntamiento, para hacer constar que ya existía un expediente abierto para el cambio de nombre de las calles, que se inició hace ahora tres años, Peñalosa defendió la propuesta en que el Ayuntamiento debía cumplir la Ley 57/2007 de la Memoria Histórica y que el cambio de nombres formaba parte del acuerdo PSOE-IU.
La moción hacía referencia a varias calles con la correspondiente propuesta de nuevo nombre por parte de IU, que pasaba, en casi todos los casos, por recuperar la nomenclatura que tenían antes de la contienda. No eludió el concejal de IU hablar de la Avenida de Fernández Ladreda, una de las principales calles comerciales de la capital.
“No me vuelvan a hacer una relación de los honores y distinciones de este señor, —dijo Peñalosa a los concejales del PP—, fue, si quieren, un intelectual, pero se levantó contra la República, faltando a la Constitución, y participando muy activamente en el reclutamiento y trabajos forzados de los presos para hacer obras públicas”.
Peñalosa añadió que las calles bautizadas con personajes o acontecimientos del franquismo “son una muestra de prepotencia del Régimen que ofende a las víctimas”. “Queremos que se haga ya”, resaltó.
Giráldez (PSOE) anunció el voto positivo de los socialistas “porque vamos a cumplir la Ley, en concreto su artículo 15”, aunque le pidió a Peñalosa que “suavice la presión que subyace en su demanda”. La petición, finalmente aceptada por Peñalosa, fue la de acometer la medida “con la mayor celeridad posible” en lugar de “con urgencia”.
Postigo (PP) tomó la palabra para echar en cara al PSOE que si aprobaba la moción no era para cumplir la Ley de Memoria Histórica, sino para “tratar de cumplir un pacto que les mantiene en la poltrona”. El dirigente popular subrayó que en la anterior legislatura los socialistas tuvieron mayoría absoluta “y no hicieron nada”; como tampoco en los últimos tres años; acusando a Peñalosa de estar “chantajeando” a los socialistas con la velada amenaza de romper el pacto si no aceptan sus pretensiones.
exaltación Postigo aseguró que la Ley solo obliga a sustituir los nombres de las calles cuando sean para la “exaltación” personal o colectiva, de un personaje o acontecimiento de la sublevación militar, la Guerra Civil o el régimen del franquismo. “No es obligatorio, salvo que sea exaltación”, remarcó Postigo, quien insistió en que “aquí no es cumplir la ley sio un pacto para el sostenimiento de la poltrona”.
El concejal de IU respondió a las acusaciones de ‘chantaje’. Peñalosa llegó a desvelar que Postigo le manifestó, tras los comicios de 2011, en las negociaciones sobre un posible pacto de Gobierno, que era partidario de ese acuerdo [el del cambio de nombres franquistas de las calles] y otros como renunciar al aparcamiento del Salón.
“Señor Postigo, usted estaba dispuesto a bajarse los pantalones con tal de ser alcalde, sino hubiera cedido el PSOE lo hubiera aceptado, y hay testigos de lo que digo, así que, casi mejor, que se calle”, le espetó Peñalosa, mientras el líder del PP mostraba en su rostro un gesto de profundo enfado. “La política es así”, añadió el concejal de IU, que invitó a los populares que proponer otros nombres de calles que, a su juicio, pudieran desaparecer del callejero, aunque “justificándolo”.
En su réplica, Postigo aseguró que la afirmación de Peñalosa no le ofendía. “Soy bastante más discreto que usted y no es política, usted me dijo que conmigo no pactaría, aunque su partido, IU, sí estaba dispuesto”, soltó Postigo, quien aclaró que el PP “quiere cumplir la Ley, pero no con las condiciones que ustedes nos imponen”. El líder municipal del PP aseguró que lo único incuestionable era que en 2011 se habló de encargar a los técnicos el estudio sobre las calles “y no se ha hecho, con lo que este retraso demuestra su total ineficacia”.