Numerosos ganaderos segovianos se concentraron este jueves ante el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería para protestar por el sistema que se lleva a cabo para gestionar sanitariamente las explotaciones, sobre todo de vacuno extensivo.
La protesta se une a las quejas que llevan ya manifestando desde hace años sobre las campañas de saneamiento ganadero. Reclaman un protocolo que garantice los derechos de los ganaderos, que se incluya a los animales silvestres en las campañas al estar en contacto directo con la fauna doméstica, y que son los que les transmiten las enfermedades, sobre todo la tuberculosis.
Desde UCCL se reclama una modificación en el protocolo que incorpore la posibilidad de realizar una segunda prueba diagnostica con un tiempo razonable, y que evite que una explotación tenga que estar de cuatro a seis meses bloqueada y que cuando llegan los resultados definitivos estos evidencian que se han sacrificado animales sanos.
Esta cantidad puede llegar a ser del 85 o del 90% del total, según denunció Adrián Gómez, responsable de ganadería de UCCL Segovia, quien afirma que las pruebas diagnósticas “desatan muchos falsos positivos a priori y a los meses vienen los cultivos microbiológidos de los laboratorios y dicen que estaban sanos. Esto nos pasa con más del 90% de los animales”.
En su opinión hay mucha fauna silvestre, en torno a 30 especies distintas, que pueden transmitir a los animales domésticos las enfermedades por las que la Junta obliga a sacrificar a toda la cabaña de una explotación.
Quieren los ganaderos segovianos que se implante otro modelo de saneamiento ganadero menos estricto que no conlleve inmovilizaciones de la cabaña y que evite la imposibilidad de la venta de chotos a un cebadero no calificado, con la posterior merma del precio en casi 50% o la perdida de pastos, algo que supone un auténtico desastre para los productores.
Además recuerdan que se mantiene aún el falso mito de que la tuberculosis puede transmitirse a humanos, lo que según la OMS supone un riesgo ‘”inapreciable”. Según argumentan solo se han dado en casos con antecedentes de la enfermedad que al llegar a ciertas edades han podido desarrollar al enfermedad o en personas extranjeras que ya venían infectadas por la bacteria desde sus países de origen.
Control salvaje
Sobre el origen del contagio en los animales silvestres, Alfonso Velasco, de la Asociación ganadera Sierra de Segovia, señala que aunque se hagan “vacíos sanitarios y se metan vacas sanas éstas se vuelven a contagiar porque es imposible controlar a la fauna silvestre”. “La fauna silvestre es la gran responsable de los contagios en las explotaciones ganaderas, y por tanto, estos animales deben ser incluidos en las campañas de saneamiento”, añadió.
La población de jabalís, corzos o ciervos se ha multiplicado en los últimos años, lo que científicamente se ha demostrado que transmiten la enfermedad al resto de fauna salvaje en un porcentaje que depende de la zona, por lo que resulta cuestión de tiempo que contagien a la cabaña ganadera. En este sentido, añaden que tienen que convivir con una prevalencia que tienen que pactar con el Ministerio, ya que resulta imposible erradicar la enfermedad en su totalidad.
Desde UCCL también reclaman que la indemnización recibida por parte de la Administración sea suficiente “porque no llega a cubrir ni la pérdida del animal ni los daños indirectos que sufre el ganadero tras la inmovilización de la explotación”. En este sentido reclaman igualmente el “pago inmediato de las indemnizaciones por sacrificio”.
