La producción de cereal en la provincia de Segovia en esta campaña rondará las 600.000 toneladas. Las estimaciones de la Consejería de Agricultura de Castilla y León apuntan a una cifra concreta de 560.106 toneladas, después de haberse sembrado una superficie de 175.547 hectáreas de trigo, cebada y centeno. La cosecha será una de las mejores de la última década, después de que el año pasado la producción alcanzara las 379.657 toneladas, en una superficie de 171.065 hectáreas.
La cebada es el cereal que más se trabaja en Segovia, con 92.125 hectáreas, y una producción prevista de 290.935 toneladas. El trigo ocupa el segundo lugar con 69.910 hectáreas sembradas, y una producción para este año que llegará a las 232.187 toneladas. En Segovia se espera además una producción de 34.484 toneladas de centeno, sobre una superficie de 12.147 hectáreas.
Estos datos corresponden a las estimaciones realizadas por las Comisiones Provinciales de Estadística de la Consejería de Agricultura en la segunda semana de julio. La cosecha ya se ha iniciado prácticamente en toda Castilla y León, y se ha recolectado ya más de un 25 por ciento de la superficie sembrada. En toda la Comunidad se prevé una producción de cereal de 7.163.105 toneladas, un 47 por ciento más que en 2012. Con estas cifras, Castilla y León, con 62.000 agricultores dedicados a este cultivo, vuelve a convertirse en la principal comunidad autónoma de España productora de cereales de invierno, con el 45 por ciento del total nacional, que, según datos del Ministerio de Agricultural, alcanzará los 15,9 millones de toneladas.
Respecto a las producciones por provincias, Burgos registra las mejores previsiones de producción, con 1,7 millones de toneladas, seguida de Valladolid y Palencia, con 1,3 y 1,1 millones, respectivamente, y Soria, con 833.990.
La campaña se ha caracterizado, como explicó la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, por un invierno con temperaturas suaves y una primavera fría y lluviosa. Las temperaturas medias de este invierno han sido superiores a la media del periodo 1981-2010, y la primavera ha sido fría con temperaturas inferiores a la media. En cuanto a la lluvia, los cereales han dispuesto de agua suficiente para su desarrollo, lo que ha favorecido una cosecha superior a la media.
