El Adelantado de Segovia
viernes, 14 noviembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

«En la universidad hay una igualdad formal, pero no está claro que la haya en otros ámbitos»

por Alejandra Suárez
7 de marzo de 2022
en Segovia
Almudena Moreno UVA Entrevista KAM4810

La segoviana es la primera catedrática en el Campus María Zambrano de la UVa en la Facultad de Educación. / KAMARERO

Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

La oferta turística de la Diputación en Intur combina ciencia, historia y sensaciones

Fallece Luis Martín, miembro fundador del Nuevo Mester de Juglaría y alma mater de Folk Segovia

Francisco Javier Sánchez toma posesión como nuevo secretario general del Ayuntamiento de Segovia

Decir que en las universidades españolas existe un sesgo de género no es realizar una evaluación subjetiva: las estadísticas así lo demuestran. Esto también lo afirman quienes conocen de primera mano el funcionamiento de un sistema que está marcado por desequilibrios en los cargos de responsabilidad y que perpetúa otras desigualdades menos visibles en distintos niveles, una problemática que es estructural y que parece pasar al primer plano cuando se aproxima la celebración del Día Internacional de la Mujer. Esto bien lo sabe la profesora y doctora de Sociología Almudena Moreno. En 2021, se convirtió en la primera mujer catedrática en el Campus María Zambrano de la UVa en la Facultad de Educación, lo que supuso una “gran satisfacción” porque sintió que se le reconoció toda una vida dedicada al trabajo académico, “con muchos sacrificios personales”, y le dio el “privilegio de visibilizar los trabajos y esfuerzos de otras mujeres”.

La segoviana está ahora inmersa en una investigación sobre la influencia de los permisos de paternidad en la igualdad de género, al tiempo que estudia las nuevas formas de familia y cuestiones relativas a los jóvenes.

— Hasta 2021 no hubo ninguna mujer catedrática en la Facultad de Educación del Campus de Segovia de la UVa. ¿Cómo se explica esto?

El Campus de Segovia es un reflejo de lo que pasa a nivel nacional y de la situación estructural en la que están las académicas en general en España. Algo anecdótico es que la Universidad tuvo dificultades para encontrar un Tribunal que estuviera en esta oposición -por ley, la mitad tienen que ser mujeres- porque no había suficientes catedráticas en Sociología. No es por falta de méritos ni valía, sino por la circunstancia que se ha ido arrastrando en la Universidad.

— Por tanto, ¿se puede hablar de un sesgo de género en las universidades? Solo el 22,5% de los catedráticos son mujeres, según el informe ‘Datos y cifras del Sistema Universitario Español’ de 2021.

Efectivamente. Claro que hay igualdad en la universidad, pero es igualdad formal, es decir, no hay discriminación formal de ningún tipo en el acceso, las condiciones son iguales para todos. Pero no está claro que haya igualdad en otros ámbitos, como el cultural o el simbólico. Hay factores culturales y estructurales, roles de género, que impiden o limitan que las mujeres estén en los niveles superiores, al mismo nivel que los hombres en el máximo estatus. Hay que incidir en esos sesgos y corregirlos a través de políticas públicas.

—En el caso de las rectoras ocurre lo mismo. Solo 11 de las 50 universidades públicas están lideradas por mujeres. ¿Por qué estas no están en los puestos de mayor responsabilidad?

Las respuestas son varias. Hay quienes dicen que las mujeres prefieren estar dedicadas a otras cosas, no a puestos de responsabilidad porque estos exigen tiempo, dedicación y esfuerzo. Pero no me parece convincente, porque estamos haciendo grandes esfuerzos para estar en los puestos académicos.

Habría que ver cuáles son las causas reales de tipo cultural y actitudinal para explicar por qué no hay más mujeres. No es porque no haya igualdad, que sí que la hay, pero hay otros factores no visibles que están condicionando el acceso de las mujeres.

— Con la nueva ley de Universidades no es necesario ser catedrático para acceder al cargo de rector. ¿Fomenta esto el acceso de las mujeres?

Puede ser. Al ampliar la muestra es probable que aumente el número de mujeres, aunque tampoco estoy segura porque no sé si esos factores que he comentado antes van a condicionar que no lleguen a esos puestos de responsabilidad.

— ¿Son suficientes los planes de igualdad de las universidades?

Los planes de igualdad son marcos jurídicos orientativos que sirven para diseñar políticas que permitan visibilizar y actuar ante las desigualdades. Son necesarios y un referente insustituible en las universidades. Ahora, una vez que todas las universidades tienen planes de igualdad, han de hacerse evaluaciones para ver si están consiguiendo los objetivos prácticos que se proponen a nivel teórico.

El peso de los cuidados

— ¿El peso de los cuidados afecta al desarrollo de la carrera académica?

Es un trabajo muy tortuoso y difícil, que necesita mucha dedicación, y las mujeres siguen siendo las que se encargan mayoritariamente de los cuidados. Esto no es el único factor que lo explica, pero sí uno más que influye.

Los investigadores que trabajamos en estos temas llevamos muchos años analizando cómo las políticas públicas que favorecen la implicación de los varones en los cuidados tienen repercusiones directas en la igualdad de género. Pero todavía queda mucho por hacer. Aunque los hombres cada vez participan más, para ellos su carrera profesional es lo primero. Sin embargo, para nosotras esto no está tan claro, lo que repercute en nuestras carreras académicas y profesionales.

— ¿En su carrera también han repercutido los cuidados?

En cierta medida sí. Pero he tenido la suerte de contar con ayuda y esto ha favorecido que pudiera dedicarme a la carrera académica. Este es el problema de las mujeres que están en niveles socioeconómicos más bajos que, cuando no tienen esa ayuda, quizá tampoco pueden pagarla. Por eso la suerte que hemos tenido las mujeres que hemos llegado a este punto es que podemos dar voz a través de nuestras investigaciones a aquellas que no pueden visibilizar sus problemas.

— ¿Qué sacrificios personales ha tenido que hacer para llegar a ese “punto” del que habla?

Sacrificas tiempo de familia, de ocio… No puedes dedicarte a hacer otras actividades, porque el trabajo académico te persigue. No tienes un jefe ni un horario establecido, pero es una dedicación continua y permanente, siempre tienes algo que hacer. De alguna manera, no pones límites entre tu vida personal y profesional y esto hace que la primera se vea afectada en todas sus dimensiones.

— O sea que el camino hasta llegar a ser catedrática no ha sido sencillo.

Para nada, el camino de un docente o investigador es muy costoso porque la exigencia es máxima. En las últimas décadas, la universidad española ha dado un salto exponencial para tratar de alcanzar a otras universidades internacionales y esto nos ha puesto en un nivel de exigencia muy alto en cuanto a investigación, publicaciones… Además, todos sabemos de dónde parte la universidad española, cuáles son los recursos con los que contamos, las infraestructuras…

Sesgo en las titulaciones

—La tradicional masculinización y feminización de ciertas titulaciones aún se mantiene.

Sí. De hecho, la brecha de género en los salarios se explica por esto, porque las mujeres suelen tener preferencia por las carreras de humanidades y ellos por las técnicas, que después puntúan más alto en las ocupaciones y en el mercado salarial. No es que haya realmente desigualdad en los salarios, pero en el cómputo general sí que se observa que existe.

— ¿Hay una posible causa tras esa preferencia?

Por ejemplo, el tópico de que a las mujeres se nos dan mal las matemáticas. Esto hace que, lógicamente, no vayas a elegir una carrera técnica. Es un condicionante, un estereotipo de género de una sociedad desigualitaria. En el proceso de formación, nos motivan y nos incitan para que nos creamos que no somos capaces de ser las mejores en matemáticas o en una ingeniería, y nosotras mismas nos vamos autolimitando a la hora de elegir las carreras profesionales.

— ¿Cree que las licenciaturas en las que predomina la mujer tienden a minusvalorarse?

Depende. La diversidad ocupacional es muy amplia. En sanidad, educación o servicios administrativos, donde mayoritariamente están las mujeres, no están devaluadas. Pero si se baja en la escala, no se ponen lo suficiente en valor las tareas de cuidados que realizan las mujeres en trabajos no cualificados. A veces me pregunto si esos trabajos estarían mejor valorados y pagados si lo hicieran en su mayoría los hombres.

— ¿Qué le diría a esas niñas que sueñan con carreras y profesiones en las que la presencia de la mujer es muy reducida?

Lo que le digo a mi hija; seguridad, confianza y que no tenga miedo a enfrentarse a situaciones donde los hombres han estado siempre. Nos creíamos que lo que teníamos que decir no era importante y ellos, ante nuestra inseguridad, ocupaban el espacio.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda