Sin sorpresas y tras casi dos horas de debate, el voto de calidad de la alcaldesa Clara Luquero fue necesario para que el equipo de Gobierno pudiera sacar adelante su programa económico para 2022 con la aprobación del presupuesto municipal. El apoyo crítico de Podemos, concretado en la abstención del grupo municipal hizo posible el visto buen a las cuentas municipales, que contaron con el anunciado voto en contra de PP y Ciudadanos y el lógico apoyo de la coalición de socialistas e Izquierda Unida.
Ninguno de los grupos políticos se salió ni una coma de sus argumentos a favor o en contra del presupuesto municipal, que la alcaldesa se encargó de presentar en el pleno definiéndole como una propuesta “realista y útil” cuyos principales postulados señaló como “ajustado a las necesidades de los ciudadanos, de marcado carácter social y enfocado principalmente a propiciar el desarrollo económico e impulsar la recuperación tras superar lo peor de la pandemia”.
Así, señaló que las cuentas municipales definen un proyecto económico “que busca mejorar la calidad de vida de los segovianos y segovianas, aumentando los espacios públicos, dotando a la ciudad de nuevas infraestructuras, estimulando la actividad económica, apostando por una movilidad sostenible, por políticas de apoyo en el acceso a la vivienda, y por seguir prestando unos servicios públicos de calidad y ayudando a quienes más lo necesitan”.
Asimismo, indicó que la prestación de servicios públicos de calidad sin incrementar la presión fiscal y el aumento de las inversiones en materia de infraestructuras para modernizar la ciudad marcan las directrices del programa económico del Ayuntamiento de Segovia para 2022.
En su intervención, Luquero desgranó las grandes cifras contenidas en los más de 66,6 millones de los que dispondrá el Ayuntamiento para 2022, entre las que reiteró el aumento de la capacidad inversora este año gracias al empleo de los remanentes de tesorería, que elevará a 13 millones el dinero destinado a planes y proyectos municipales.
También reconoció que 2022 es el primer año en el presente periodo de Gobierno en el que el presupuesto no se aprueba antes de la conclusión del año anterior, que aunque “no ha de ser visto como un problema”, según sus palabras, justificó por el hecho de adaptar las cuentas a la nueva normativa derivada de la gestión de las plusvalías y la inclusión de partidas correspondientes a la incorporación de remanentes.
Luquero puso de manifiesto que cerca del 80% del Presupuesto Municipal, se destina a servicios públicos básicos; a actuaciones de promoción y protección social; a producción de bienes públicos, como son la educación, la cultura, el ocio o el deporte; y a actuaciones de carácter económico, mientras que sólo el siete por ciento irá al pago de intereses y amortización de deuda y el 14% a actuaciones de carácter general.
OPORTUNIDAD PERDIDA
En el debate posterior, los grupos políticos dejaron claras sus posiciones ya expresadas públicamente en los últimos días, centradas en el caso de la oposición en subrayar la falta de gestión del equipo de Gobierno para presentar un programa económico “continuista” y poco ajustado a las necesidades de la ciudad.
Los portavoces de PP y Ciudadanos cargaron las tintas en intervenciones trufadas de duras críticas a la gestión de PSOE e IU, que en el caso de las realizadas por Pablo Pérez le valieron una reprimenda de la alcaldesa, que afeó su actitud tachándole de “irrespetuoso”.
Pablo Pérez centró sus intervenciones en poner de manifiesto la gestión de “marketing y foto” del equipo de Gobierno, señalando que el proyecto de presupuestos que presentaron “es un síntoma de que tienen la ciudad abandonada”. Además, indicó que Luquero sigue “sangrando el bolsillos de los segovianos” pero luego el dinero no llega a la ciudad, y acaban convirtiéndose en remanentes.
Pérez se preguntó que, tras un 2021, con el menor grado de cumplimiento en materia inversora, con un 33 por ciento, “yo vaticino, y no hay que ser la bruja Lola para ver que en diez meses no van ser capaces”. Para su grupo, estas cuentas se tendrían que haber devuelto y consensuado con todos los grupos, en especial con el PP, que es más numeroso.
De oportunidad perdida para el consenso también habló la portavoz de la formación naranja, Noemí Otero, que le dijo a Luquero que había perdido la oportunidad de despedirse del Ayuntamiento, con unos presupuestos consensuados. Otero también lamentó que tanto dinero se dejara sin ejecutar, 5,5 millones de euros, y que el dinero se acabe quedando en las cuentas del consistorio, que “no es un banco”.
Podemos se sumó también a las críticas sobre el año perdido en 2021 por falta de capacidad para ejecutar todo lo había previsto, y su portavoz Guillermo San Juan aseguró que el presupuesto de 2022 está lleno de proyectos procedentes del anterior ejercicio, pero explicó que su abstención “no supone un cheque en blanco al equipo de Gobierno, con todo el incumplimiento de medidas e iniciativas que ya tenían que estar hechas”.
Pese a ello, señaló que con su abstención, el objetivo es “cuidar a la mayoría progresista para que no triunfe el bloque de ‘cuanto peor, mejor’ que forman PP y Ciudadanos”.
IMPULSO
Por su parte, el portavoz de IU, Ángel Galindo, defendió el acuerdo de Gobierno alcanzado en 2019, que se ha visto plasmado en todos y cada uno de los presupuestos de esta legislatura, también en este 2022, con el impulso a las políticas sociales y medioambientales, y que las inversiones sigan llegando a los barrios.
El portavoz del equipo de Gobierno y concejal de Hacienda, Jesús García Zamora, insistió en que siguen trabajando para ofrecer a los ciudadanos los mejores servicios públicos y que no les mueve otro interés que “ayudar a todos” y trabajar “por nuestros vecinos”, como así manifiestan los distintos programas y proyectos económicos.
