“Pocos amigos que son de verdad, cuando te halagan si triunfando estás, y si fracasas bien comprenderás. Los buenos quedan, los demás se van” (versión de ‘La Loca María’).
Cuantas veces habré escuchado eso de “señores, que hace tres meses no éramos los mejores y ahora tampoco somos los peores”. Gran verdad, en deportes de equipo los resultados mandan y en ocasiones todo depende de que la pelotita entre en la portería, en la canasta o bote dentro de la pista.
Los sistemas de juego pocas veces cambian en una temporada, pero quizá hay que tener en cuenta otros factores como los rivales que has tenido, y también las dichosas bajas deportivas de jugadores determinantes. Entrar en una dinámica perdedora es duro, pero si cuentas con el apoyo y respaldo de tu afición salir es mucho más fácil.
Seguro que jugadores, entrenadores, directivos y todo el personal que engloba un club están ‘fastidiados’ en estas situaciones, pero las lecciones de equipo y escudo se dan en el campo: los jugadores con actitud y lucha, y la grada con los ánimos.
Por suerte, nuestras diferentes aficiones lo practican, con ello los jugadores estarán liberados si al perder un pase, fallar un gol o estar despistado en una defensa en lugar de pitos reciben ánimos. Refuerzo positivo lo llaman los entendidos.
Necesitamos que los jugadores se encuentren arropados y mantengan la actitud de lucha de siempre, recuerden que “el conocimiento y la habilidad suman, pero la actitud multiplica”. Y en actitud estamos entre los mejores.
Por cierto, Sevilla alucinó con ‘La Chica Segoviana’, y muchos la bailaron tras zamparse una maratón: Grandes.
Semper Fidelis.
