El Open Castilla y León despidió en la jornada de ayer a uno de sus tenistas más mediáticos, el alemán Dustin Brown, que perdió de manera sorprendente frente al americano Connor Smith en la segunda ronda del torneo segoviano.
Brown, que en el encuentro de primera ronda se había mostrado como un jugador muy dependiente de su servicio, se encontró con un rival que supo obligarle a pelotear con sus restos, y fue en ese apartado del juego en el que comenzaron a verse las carencias del alemán, que con un 40 por ciento de porcentaje en sus primeros servicios se vio en complicaciones prácticamente en cada juego, hasta que en el noveno del primer set, concedió un break que le puso en desventaja en el marcador.
Crecido por su victoria en la primera manga, Smith rompió en dos ocasiones más el servicio de Brown, que no hizo demasiado por remontar. El 6/2 con el que concluyó el segunda parcial, sumadas a las cero bolas de rotura que tuvo el alemán sobre el servicio del americano, reflejó de manera perfecta lo que fue el encuentro. Bien por el americano, que compitió al cien por cien, todo lo contrario que un cabeza de serie número 2 del Open que no hizo honor a su calidad.
El primero de los tenistas que alcanzó con mucha solvencia los cuartos de final fue el ruso Konstantin Kravchuk, que a pesar de su ránking se convierte en un auténtico cabeza de serie en las pistas espinariegas, que se conoce a la perfección, y que dio buena cuenta del sexto preclasificado del torneo, el alemán Peter Gojowczyk.
A pesar de un leve problema físico, el ruso conectó doce saques directos para doblegar a un oponente incapaz de solventar los problemas que le creó Kravchuk, que en poco más de una hora solucionó el compromiso.
En la central, Marcel Granollers se encontró con más complicaciones de las esperadas para avanzar de ronda frente al español de origen búlgaro Georgi Rumenov, que de haber tenido un poco más de contundencia con su servicio habría dado la gran sorpresa del torneo.
El primer set fue sorprendente para lo que se estila en este Open de El Espinar, puesto que los restos se impusieron con claridad a los servicios. Comenzó Granollers rompiendo en blanco el saque de su rival, abriendo de esa manera todo un carrusel de breaks que puso a Rumenov con 5/3 a su favor y saque para ganar la primera manga. Pero en ese momento el cabeza de serie número 1 puso la directa, rompió el saque de su oponente, ganó el suyo con tres aces y un saque que no pudo ser controlado por Rumenov, y terminó haciéndose con el set.
La segunda manga fue mucho más asequible para el tenista catalán, que ya no volvió a ceder su saque. Rumenov se fue viniendo abajo después de tirar por tierra sus opciones en la primera manga, y el 6/2 final puso a Granollers en unos cuartos de final donde le espera Yannick Mertens, en un choque que se prevé de la máxima exigencia.
Quien no podrá jugar los cuartos de final del Open será Adrián Menéndez, que se topó contra una auténtica pared llamada Evgeny Donskoy. El tenista ruso no tuvo un día especialmente excelso con su servicio, con menos de un cincuenta por ciento de acierto en sus primeros saques, pero sus restos pusieron en evidencia a Menéndez, que no fue capaz de defenderse en cada una de las cuatro bolas de break que tuvo su oponente. Así, en cuartos de final Evgeny Donskoy reeditará la semifinal de 2012 ante su compatriota Konstantin Kravchuk.
Quien se metió en cuartos sin hacer demasiado ruido es el bosnio Mirza Basic, que superó en dos mangas a Nikola Mektic, haciendo valer su potente servicio frente a un oponente que llegó hasta donde pudo.
