Miren ustedes: no se pueden imaginar lo que me duele escribir lo que escribo y sentir lo que siento, pero deseo sacar mis sentimientos a la calle.
La racha o dinámica en la que ha entrado nuestro querido club segoviano no es que sea trágica pero sí preocupante. Quizá tal preocupación entre los aficionados de pro, sea porque ya vivimos en sus días tres descensos después de haber permanecido en una categoría superior solamente un año. Ahora estamos en esa zona de la clasificación que se pinta de rojo, y te altera el ánimo cuando la vemos en los periódicos.
Un servidor lleva viendo fútbol casi toda su vida, pero no por eso sabe más que nadie, ni posee una varita mágica para poner remedio a la situación que estamos padeciendo. Desconozco si la diosa Fortuna se ha ido a otros lares, a la búsqueda de otros equipos que le gusten más; o si el técnico no da con la clave para ajustar un esquema de juego; o si pesa el desánimo en algunos jugadores por no saber si el próximo partido van a jugar o no; o si se vive cierta tensión en el grupo por querer salir cuanto antes de ese puesto bajero. En todo caso, creo que, en conjunto, la plantilla no es mala y tiene la suficiente valía y preparación para competir en la categoría que está.
Es necesario encontrar dónde están los recursos para arreglar tal entuerto
Resumiendo: es necesario encontrar dónde están los recursos para arreglar tal entuerto, solo queda que los máximos responsables de la entidad gimnástica mediten y analicen cuál puede ser la solución lo antes posible. No hay que esconder la cabeza debajo del ala. No queremos avestruces. Aún quedan jornadas y tiempo suficiente para poner el club en el lugar que debería corresponderle.
