Dos jueves al mes, Anselmo Herranz acude a la plaza de su pueblo para esperar a un autobús muy especial. Es el ofibús de CaixaBank. Necesita parte del dinero de la nómina que la Seguridad Social le ingresa en su cuenta bancaria. Poco a poco van llegando otros vecinos, que también necesitan hacer alguna operación bancaria o resolver dudas sobre sus ahorros. Ellos organizan los turnos por orden de llegada. A los pocos minutos de aparcar el vehículo, van subiendo y saludan al responsable de la oficina, Francisco, al que saludan con la misma familiaridad que si fuera otro vecino más.
A todos ellos Francisco les dispensa un trato personal, en un servicio que parece no tener nada que ver con la campaña ‘Soy mayor, no idiota’ que un jubilado urbano ha ideado y ha removido algunas conciencias políticas.
Los vecinos de Nieva (262 habitantes) llevan años acostumbrados a vivir sin muchos servicios considerados básicos. El médico pasa consulta sólo unos días a la semana. El Ayuntamiento comparte Secretaría con otros dos pueblos de la provincia. Ahora, ni siquiera cuentan con bar. La alcaldesa, Marisa Gorgojo (PP), difunde en redes sociales un anuncio para intentar alquilar el bar del pueblo. Como reclamo se ofrece también la vivienda situada encima del negocio; todo equipado.
Los vendedores ambulantes llegan ciertos días al pueblo para ofrecer a los vecinos la fruta, el pescado congelado… las necesidades de cada día que aquí se convierten en semanales.
La alcaldesa valora el trato personal que aún se dispensa a los vecinos con el ofibús. “Es perfecta la atención. Ojalá no nos lo quiten porque los mayores no tienen otro medio mejor de acceder a su banco”. “Los jóvenes sí pueden ir hasta Santa María la Real de Nieva, pero muchos mayores no tienen coche y el que lo tiene es mejor que no conduzca”, añade. Ella misma, con 50 años, es usuaria del ofibús. “Nos viene muy bien, y sobre todo los mayores pueden resolver sus problemas”.
El Ayuntamiento cedía hace años (a Caja Segovia, entonces), un local. Un empleado venía algunos días desde Santa María en su coche para atender a los vecinos. “Se llevaba las cartillas y en la siguiente visita las devolvía a sus titulares, ya actualizadas”, recuerda.
La llegada del ofibús ahora casi representa una fiesta. En la plaza se reúnen los vecinos y aprovechan la espera para saludarse e intercambiar pareceres. Desde que llegó la pandemia, valoran más la vecindad y el continuar viéndose.
El empleado del ofibús incluso baja algunos banquitos para que puedan estar sentados junto al vehículo ese tiempo. Depende de la climatología, los coloca al cierzo o al solano.
En Segovia, las oficinas móviles de CaixaBank atienden a un total de 91 poblaciones y recorren una media mensual de 7.000 kilómetros. Se trata de la provincia a la que más localidades llega este servicio de toda España. En Ávila dan cobertura a 73 localidades gracias a un recorrido de 7.200 kilómetros, y en Burgos, en 39 municipios suman 3.950 kilómetros.
En las localidades segovianas que se atienden viven más de 22.000 personas, de modo que la población media por municipio no llega a los 250 habitantes. Con este tamaño, a ninguna entidad le resulta rentable abrir una oficina, ni siquiera instalar un cajero automático. Pero en conjunto, el número de usuarios de la entidad se acerca a los 4.000, que realizaron el año pasado más de 50.000 transacciones bancarias.
De este modo el ofibús es un complemento ideal para la España rural. Un 77% de sus municipios están considerados en riesgo de exclusión financiera.
Desde CaixaBank lo justifican: “Este servicio permite a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales, entre las que destacan retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuestos. Las oficinas móviles son un servicio que forma parte de la estrategia de la entidad para poder llegar a todos nuestros clientes y, además, nos permite cumplir con el objetivo de mantener la inclusión financiera en zonas rurales”.
En Valencia, las oficinas móviles dan servicio en 35 localidades completando un itinerario de 4.000 kilómetros al mes y en Castellón, las poblaciones atendidas son 36 y los kilómetros recorridos son un total de 5.000. En La Rioja, las dos oficinas móviles de la entidad recorren 8.300 kilómetros a lo largo del mes para dar cobertura a 57 pueblos. En Castilla-La Mancha, dan servicio en Ciudad Real, donde una oficina móvil realiza una ruta de 5.000 kilómetros para atender 13 poblaciones; en Guadalajara da cobertura a 17 localidades y una oficina móvil da servicio en dos municipios de Toledo. Además, la oficina móvil que atiende en Madrid permite realizar operaciones bancarias en 31 municipios en un recorrido de 3.100 kilómetros y la ruta en Granada presta servicio a la población de 32 localidades.
La entidad dispone de otras tres oficinas móviles en reserva para dar servicio en eventos puntuales de carácter empresarial, deportivo o cultural como la Feria del Libro de Madrid.
