El aparcamiento subterráneo construido junto al antiguo convento de Las Oblatas, en el centro histórico, podría perder la licencia en un plazo máximo de seis meses. El concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, informó de que el expediente para rescindir la licencia de actividad se ha tramitado, aunque advierte dificultades para el contacto con los responsables de la infraestructura.
A finales de marzo, el Gobierno municipal requirió, por escrito, al representante del Hotel Doña Juana S. L. —al parecer un fondo de inversión, según fuentes municipales— la “apertura inmediata” de este aparcamiento subterráneo construido bajo la antigua huerta del convento de Las Oblatas, con 454 plazas de aparcamiento.
Como se recordará, en abril parecía que se había producido un primer contacto para mantener un encuentro posterior sobre el futuro del parking, precisamente como respuesta al requerimiento o ultimátum que había lanzado el Ayuntamiento para que la infraestructura se abriera antes del día 30 de ese mes.
La obra del aparcamiento finalizó en octubre de 2013 y contaba con todas las autorizaciones para su puesta en funcionamiento, entre otras con una licencia concedida en diciembre de 2014, aunque antes de estar operativa es preceptiva una comunicación al Ayuntamiento para que los servicios municipales realicen una inspección previa a la apertura.
En el caso de perder la licencia la propiedad tendría que volver a solicitar una nueva y pagar la correspondiente tasa. Hay que señalar, además, que estas instalaciones son utilizadas por clientes del hotel Eurostars Convento Capuchinos, situado en el inmueble del antiguo convento de Oblatas pero y, durante unos meses, al no contar con control de accesos y vigilancia, otros conductores aprovecharon para estacionar sus vehículos en las plazas existentes. Esa circunstancia se solventó tras el ultimátum municipal.
La propietaria del aparcamiento, Hotel Doña Juana S. L., obtuvo el primer permiso en el año 2005, por lo que se ha superado el periodo de cuatro años establecidos como límite, así como varias prórrogas concedidas. La hipoteca que esta sociedad suscribió con una entidad financiera pasó a Bankia y ésta, tras su intervención por el Estado, la traspasó a un fondo de inversión.
