Con la irreductible actitud que la tradición atribuye a las mujeres que hace ocho siglos contribuyeron a recuperar el Alcázar de manos de las tropas musulmanas durante la Reconquista, el Concejo de Aguederas de Zamarramala volvió a tomar las calles de la fuerada colación para celebrar la fiesta de su patrona Santa Águeda después de que la pandemia obligara el pasado año a suspender las celebraciones.
Una fría pero luminosa mañana, de esas que dejan ver el ‘azul Segovia’ del cielo, permitió que los ya tradicionales actos festivos se celebraran con total brillantez, pese a las obligadas medidas sanitarias de distancia social, control de aforos y uso de mascarilla. Ninguna de las tres restó un ápice de alegría a las zamarriegas, que se enseñorearon de su barrio enarbolando no sólo las banderas arrebatadas a los musulmanes, sino también las del empoderamiento femenino y la lucha por la igualdad que también se celebran en la ‘fiesta de las mujeres’.
El invitado de excepción a esta fiesta fue el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que quiso estar presente en el reconocimiento de ‘Ome bueno e leal’ que el Concejo de Aguederas otorgó este año a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para premiar el esfuerzo realizado para garantizar el bien común durante la crisis sanitaria.
Marlaska vino acompañado de la delegada del Gobierno en Castilla y León Virginia Barcones y del jefe regional del Cuerpo Nacional de Policía, Juan José Campesino, así como del general jefe de la XII Zona de la Guardia Civil, Luis del Castillo, que junto a los responsables provinciales de ambos cuerpos, el comandante militar de Segovia coronel Alejandro Serrano y el intendente de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja, participaron en el acto público.
En su intervención, el ministro destacó la labor realizada por los profesionales de la seguridad en sus distintos ámbitos durante la pandemia, donde puso de manifiesto los valores de “trabajo, esfuerzo, solidaridad y compromiso” que han desplegado para atender a los intereses de los ciudadanos.
Asimismo, el ministro señaló que la fiesta de las Águedas “es una fiesta feminista, de empoderamiento de la mujer, porque no hay que tener miedo a las palabras”, y valoró que este premio haya sido concedido por “un colectivo tan importante, tan luchador por vuestros derechos y por vuestras libertades desde siempre, conscientes de vuestro valor y del ejercicio de vuestros derechos y libertades, le da aún mayor mérito”.
La vertiente reivindicativa de la fiesta tuvo como protagonista a la fundadora del Club de Malasmadres, Laura Baena, a quien las alcaldesas de Zamarramala Alicia Calvo y María Elena Rincón entregaron el ‘Matahombres de oro’ que reconoce su esfuerzo por la igualdad femenina y la conciliación de la vida familiar y laboral que defiende desde este colectivo.
Malasmadres y Matahombres
Baena quiso dedicar este premio a las mujeres que “han tenido que hacer malabares para malconciliar” durante los dos últimos años fruto de la pandemia, y lamentó que en este tiempo “se hayan visto solas y desprovistas de medidas que el Gobierno debería haber aprobado”.
Así, señaló que la crisis sanitaria ha evidenciado un retroceso en igualdad, y señaló que en este tiempo “las familias españolas nos hemos visto solas en esta sexta hola por la falta de permisos para conciliar”. De igual modo, señaló que la clave para recuperar el espacio perdido “es y debe ser la conciliación, porque no se puede avanzar sin que los hombres se corresponsabilicen y tomen parte de esta realidad social”, y aseguró que empleará el alfiler que simboliza su premio para aguijonear a aquellos que “siguen sin ver que la conciliación es fundamental no solo para las mujeres, sino para la sociedad”.
Laura Baena valoró el significado de este premio y su vinculación con el trabajo que su asociación desarrolla desde 2014, para afirmar que “Malasmadres y Matahombres se unen en el protagonismo de la mujer”, y asegurar que “las primeras malasmadres fueron las zamarriegas”, poniendo en el centro a las mujeres en la celebración de su fiesta.
Pregón
Antes de llevar a cabo la quema del ‘pelele’ –que este año tenía el rostro del Coronavirus y en su cuerpo lucía las palabras ‘invisibilidad’, ‘renuncia’ y ‘falta de conciliación- la periodista y jefa de prensa de la Diputación, Elena Gutiérrez San Frutos, dio cumplimiento al mandato del concejo para leer el pregón festivo, que en poco más de siete minutos puso un brillante colofón a la fiesta.
Con abundantes referencias a las mujeres segovianas o vinculadas a Segovia que han escrito la historia de la provincia como María Zambrano, Alfonsa de la Torre o Elena Fortún, la pregonera incluyó emotivas referencias personales para subrayar el valor del trabajo femenino en la construcción social, ejemplificado en sus abuelas y en su madre. De igual modo, valoró la fiesta para señalar que “el cariño y la emoción con que las zamarriegas viven este día es mucho más que una reivindicación. Es la admiración por sus antepasadas, es una mirada al pasado para entender el presente, para sentir cada tela, cada hilo y cada adorno de sus trajes, para danzar cada jota y venerar a su patrona”.

Políticos en campaña
Pocas cosas hay más atractivas para un político en campaña electoral que una fiesta popular en la que poder dejarse ver; y desde luego el ‘tirón’ de la de Zamarramala se superpone sobre cualquier otra. Así, la hospitalidad de las zamarriegas cobijó a algunos de los candidatos a las Cortes de Castilla y León del PSOE y del Partido Popular, aunque la presencia del ministro Marlaska –confirmada a última hora, ya que estaba inicialmente prevista la de la delegada del Gobierno Virginia Barcones– dio alas a los socialistas y opacó la participación de los populares, que estuvieron acompañados por los cargos públicos en las distintas instituciones. Así, en la Plaza de las Alcaldesas los candidatos de ambas formaciones estuvieron ‘juntos pero no revueltos’ manteniendo algo más que la recomendada distancia de seguridad por las autoridades sanitarias, intercambiando algún tímido y frío saludo entre ambos grupos.
Al margen de la política, Zamarramala ofreció un aspecto muy similar al de las grandes ocasiones, si bien se notó una menor afluencia de público sobre todo en los bares del pueblo, donde no hubo demasiadas aglomeraciones para disfrutar de la típica ‘tajada’ de chorizo cocida en vino, manjar preferido para la fiesta.
Distinciones
Aguederas de Honor
- María del Mar Fdez. Palacios
- Paz Peña Corchado
- María del Mar Calleja Pinilla, Magdalena Rodríguez Gómez
- Raquel de Frutos García
Ome bueno e leal
- Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Fuerzas Armadas y Policía Local
Matahombres de Oro
- Laura Baena Fernández -Club de Malasmadres
Pregonera
- Elena Gutiérrez San Frutos – Jefa de prensa de la Diputación
Alcaldesinas
- Martina y Vega De la Fuente Calvo y Valeria, Isabella e Irene Palomo Rincón
