La aprobación de la liquidación del contrato de obras realizadas por la empresa Rogasa en el edificio del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE) en la Junta de Gobierno municipal pone fin a un nuevo capítulo de la tortuosa historia de este edificio, en esta ocasión con una victoria pírrica para el Ayuntamiento, que ingresará en sus arcas un total de 450.004 euros tanto por la diferencia entre la certificación final y la cantidad total facturada, como por las cantidades sumadas por la imposición de penalidades por demora en el plazo de ejecución de las obras y otros conceptos.
La alcaldesa Clara Luquero señaló que en este proceso, el Ayuntamiento ha sido “muy garantista” ya que el devenir del conflicto con la empresa iba abocado a una reclamación judicial, y el acuerdo será enviado a la empresa para que lo acepte “o recurra a los tribunales”, según explicó.
“Estamos en la recta final”, aseguró Luquero, que señaló que el paso próximo será la contratación de una nueva dirección facultativa que dirima las obras que hay que realizar para poner en servicio el edificio, centradas en aspectos como certificaciones de instalaciones o cambios en las puertas de emergencia, entre otras.
Asimismo, señaló que el presupuesto total del edificio se situará en torno a los 12 millones de euros, cantidad que precisó está en “perfecta consonancia” a la que se ha invertido en edificios de similares características; poniendo como ejemplos la construcción de la Biblioteca Pública o el Campus ‘María Zambrano’ de la UVa. Asimismo, señaló que las inversiones realizadas hasta el momento no se han superado los 11,5 millones de euros, y señaló que el dinero procedente de la liquidación se podría emplear en completar este presupuesto en base a las estimaciones de los técnicos.
De cara al futuro, aseguró que los técnicos precisan que las obras que quedan para completar el edificio deben licitarse por “lotes”, pero expresó su confianza en que se hará de forma “clara y transparente”, y supeditó los plazos de apertura del edificio a las exigencias técnicas. “Yo quiero que se abra cuanto antes y que las empresas comiencen a llegar, pero hay que ser realistas”, indicó.
