La historia de los Juegos Paralímpicos parte de 1948. El reconocido neurólogo judío-alemán Sir Ludwig Guttman presento los Juegos Stoke Mondeville para veteranos británicos de la Segunda Guerra Mundial, los participantes padecían lesiones relacionadas con la medula espinar como paraplejia. Fue el pionero en terapias que involucraban al deporte como parte del tratamiento. Sin saberlo, estaría poniendo las bases de lo que después serían los Juegos Paralímpicos.
Sin formar parte de los Juegos Olímpicos de Londres 1948, la organización de los Juegos de Stoke Mondeville se hicieron coincidir con los Juegos Olímpicos de 1952, contando con la participación de veteranos holandeses, convirtiéndose en la primera competición de este tipo.
Fue en 1960 cuando, en los Juegos Olímpicos que se celebraron en Roma, el COI consideró oficialmente a los Juegos de Stoke Mondeville como los Juegos Paralímpicos. En 1980 se formó el Comité de Coordinación Internacional de Organizaciones Deportivas Mundiales para Discapacitados, y no fue hasta los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 cuando los Juegos Paralímpicos fueron celebrados a la par.
Confieso mi debilidad por los Juegos Paralímpicos, cada historia de los participantes son auténticas lecciones que te hacen pensar quienes son y como son. Sin nombres me quedo con algunas de sus frases:
“La vida consiste en una continua sucesión de victorias”.
“Cada día avanzamos un paso más, nos caemos, nos levantamos, seguimos caminando”.
“Cada desafío que superamos a lo largo de nuestra vida nos acerca un poco más a cumplir nuestros sueños”.
“Compartir la derrota, las dudas, los miedos y el dolor nos vuelve más fuertes”.
