Frío. Viento. Lluvia. Más frío. Más viento. Aguacero. De esta forma tan telegráfica podría resumirse lo acontecido ayer en el campo de La Albuera. Pero como quiera que lo acontecido ayer fue un partido de fútbol, algo más habrá que decir, aunque sólo sea que, entre principio de congelación y amagos de hipotermia, los jugadores del Astorga se fueron al vestuario contentos, mientras que los de la Segoviana lo hicieron con un enfado importante, no en vano el tren del play off comienza a escaparse poco a poco.
La Segoviana buscaba una victoria que mantuviera con todas las opciones de pelear por la fase de ascenso, mientras que el Astorga lo hacía para seguir teniendo alguna opción de alcanzar la cuarta plaza de la tabla. Así que el encuentro tenía sus alicientes, con dos equipos que iban a buscar la victoria prácticamente con las mismas armas, puesto que tanto azulgranas como maragatos aspiran a llegar a la portería contraria con un juego de toque, y pocos balones en largo.
Pero las condiciones climatológicas impusieron su ley, y obligaron a unos y otros a cambiar sus esquemas de juego. El fuerte viento que hizo acto de presencia en La Albuera, y que en la primera parte sopló en contra de la portería del Astorga, no favoreció precisamente a la Segoviana, que durante el primer cuarto de hora de partido no supo adaptarse a las condiciones del encuentro, que requerían hundir a la defensa del Astorga a base de balones en largo, para posteriormente apostar por el juego combinativo. Pero los azulgranas no hicieron ni lo uno, ni lo otro, y con un fútbol escaso de ideas ofensivas se estrellaron una y otra vez frente al entramado defensivo del equipo dirigido por Carlos Tornadijo, que a su vez amagaba con los contragolpes, aunque sin ofrecer un peligro real sobre la meta de Durán.
La inercia propia del partido, con el viento llevando el balón siempre cerca del área visitante llevó a que el ataque local dispusiera de alguna buena opción para marcar. Javi dispuso de la primera, pero su remate ajustado con la pierna izquierda se encontró con la extraordinaria respuesta del portero maragato, al que el viento le jugó alguna mala pasada en sus salidas, pero que bajo los palos se mostró intratable.
Víctor Pérez dispuso de una segunda opción a balón parado, pero en esta ocasión fue la defensa quien impidió que la Segoviana se pusiera con 1-0 en el marcador. Y, como suele suceder en el fútbol, cuando menos noticia se tenía del Astorga, un pase en profundidad hacia el visitante Diego fue recibido por éste en la frontal del área. El interior maragato avanzó un par de metros, y lanzó el balón por encima de David Durán, convirtiendo un señor gol, que dejó más helados aún a aficionados y jugadores de la Segoviana, que sólo pudieron responder con un remate de Edu a las manos de Javi antes de irse a los vestuarios.
Mejoró la Segoviana en la segunda parte tanto como retrasó sus líneas el Astorga intentando defender su renta. La entrada de Dani Calleja por un Mariano absolutamente desaparecido dio paso a unos primeros minutos en los que los locales pusieron cerco al marco visitante, pero sin llegar a rematar a portería. Pasó un cuarto de hora hasta que la defensa maragata se dio cuenta de que con lanzar simplemente el balón hacia delante el viento ya les alejaba del peligro, pero cuando se dieron cuenta encontraron el arma perfecta para desactivar a una Segoviana que trataba de percutir con Asier por la banda izquierda, pero que echaba de menos la presencia de un delantero centro puro, puesto que la entrada de Ramón Marín por Edu dejó huérfano ese puesto, y en más de una ocasión era Javi quien se convertía en el improvisado “9” del equipo gimnástico. Si un delantero “tronquete” ya lo iba a pasar mal con la pareja de centrales del Astorga, imagínese el lector las opciones que podía tener el hábil, pero pequeño, jugador azulgrana ante semejantes “tallos”.
Así que la Segoviana se negó a colgar balones al área, y puso toda su energía en penetrar por el centro, por donde más gente acumulaba el Astorga, y meter a toda su artillería en las acciones a balón parado, buscando una acción afortunada. Pero en la libreta de notas sólo están apuntadas un lanzamiento de Manu desde la frontal que se marchó desviado, otro de Ricardo que detuvo Javi con seguridad, un tercer remate de Javi que se marchó fuera por menos de lo que parecía en un principio, y un intento de despeje de un defensa del Astorga que acabó rebotando en el larguero por la parte de fuera. Si a eso se une una salida de Javi ante un balón en largo que luchaba Ramón Marín, la lista de ocasiones de gol azulgrana quedará completa.
Pudo el Astorga marcar el segundo en un remate de cabeza de Víctor que se marchó fuera por poco. Pero todos los esfuerzos del equipo visitante se centraban en aguantar su renta antes que en intentar ampliarla, así que las dos líneas de cuatro que puso el equipo de León con apenas cinco metros de diferencia se mantuvieron inamovibles durante los segundos 45 minutos en los que la Segoviana puso en juego todo el corazón que se le supone a un equipo con orgullo, pero que pagó cara su indefinición en la primera parte, y por ello se vio abocado a remar contra corriente (y contra el aire) frente a un rival que se limitó a aprovechar su ocasión, y a defenderse con mucho orden. Y todo ello bajo las órdenes del general invierno, que hizo todo lo posible por convertirse en el protagonista.
