Miembros del tribunal de la oposición a ingeniero en telecomunicaciones a la que se presentó Triana Martínez, en enero de 2011, para cubrir una plaza en la Diputación de León negaron cualquier tipo de orden, ni procedente de sus superiores en la Institución provincial, ni de la propia presidenta Isabel Carrasco para perjudicar a Triana en ese proceso selectivo.
La jefa del tribunal de la oposición y también jefa del Servicio de Asistencia a Municipios (Sam) aseguró que conocía a Triana desde 2008 y que el primer ejercicio sólo lo pasó otra persona, quien finalmente obtuvo la plaza, que obtuvo un 5,9; mientras que Triana Martínez sacó en el ese examen “una nota muy baja, como un 2”.
La responsable del tribunal de la oposición confirmó que el segundo ejercicio, que sólo lo realizó una única persona que había aprobado el primero, también lo presenció Triana Martínez, que incluso grabó el momento de la lectura del examen, algo que causó “molestias” entre los miembros del tribunal. “Dije a Triana que había que pedir autorización a la persona que se estaba examinando para grabar, pero ella siguió grabando”, precisó.
Esta misma testigo también confirmó tener una relación “fluida por motivos de trabajo” con Isabel Carrasco, pero que “nunca” le dijo nada “ni sobre que había que perjudicar a Triana ni favorecerla. Si la oposición fuese imparcial la recurriría”, añadió a preguntas de la acusación.
También insistió en que Triana Martínez no recurrió esa oposición o que al menos ella no había sido consciente. Versión que fue ratificada por otros miembros del tribunal que participaron en esa oposición y que prestaron también declaración.
Por su parte, el secretario del tribunal de la posición aseguró que Triana Martínez, previa realización del examen, le pidió el teléfono y que el prefirió “no dárselo y guardar las distancias” a partir de ese momento con ella porque es “muy pulcro” con el proceso de selección y pensaba que ella podía pedirle algún tipo de favor.
Además, el testigo añadió que Triana Martínez solicitó ver el examen de la persona que había aprobado la primera prueba, algo que se le concedió, pero que no recurrió el procedimiento ni impugnó las preguntas. Además, también estuvo presente, por petición propia, en la realización del segundo examen. “Si la oposición no hubiera sido limpia habría recurrido”, dijo el secretario, quien afirmó que destaca porque le gusta “hacer bien las cosas”.
Ayer martes, también prestó declaración un asesor técnico del tribunal de la oposición, quien dijo que estuvo en la realización del segundo examen y que lo corrigió en Valladolid y después se lo envió al tribunal de la oposición de la Institución provincial.
