El Partido Popular de Segovia ha celebrado su última reunión territorial en la localidad de Chañe con la presencia del Consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, quien ha explicado los retrasos tanto en la modernización de regadíos en la zona norte de la comarca de El Carracillo, como la falta de actuaciones previstas en el próximo Plan Hidrológico del Duero (2022-2027), por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero.
En la reunión también estuvo la presidenta del PP de Segovia, Paloma Sanz, el secretario provincial, Miguel Ángel de Vicente, y el coordinador, José Mazarías, así como el secretario autonómico del PPCyL, Francisco Vázquez, y el alcalde de Chañe, Dionisio García. Respecto al ‘Programa de impulso de infraestructuras agrarias de interés general’, Carnero destacó que las inversiones en esta materia se llevan a cabo con el objetivo de mejorar las rentas agrarias y contribuir a fijar población en el medio rural. En Segovia, señaló, existe la “lógica preocupación” por las obras de modernización de regadío que aún no se pueden ejecutar en la comarca de El Carracillo “por falta de autorización del Ministerio de Transición Ecológica”.
Jesús Carnero indicó que “está programada la primera fase de los trabajos para dotar a la zona norte de la Comunidad de Regantes de El Carracillo de los recursos necesarios de la recarga con aguas superficiales del río Cega, que sustituyan los aprovechamientos de aguas subterráneas profundas que hay en esta zona, pero la actuación está pendiente de que la Dirección General del Agua resuelva la modificación de características de la concesión, solicitada por la Comunidad de Regantes, por segunda vez hace ya casi siete años”.
Si se resuelve de forma que haga posible el proyecto, el consejero apuntó que el Itacyl “tiene previsto en el presupuesto para 2022 un importe de 1,5 millones de euros para iniciar las obras de esta primera fase, que en total cuenta con un presupuesto cercano a los 13 millones de euros, siendo el total la inversión de la modernización de la zona norte del Carracillo de 29,4 millones de euros, de ellos 20,8 millones de euros, es decir el 71%, corresponderían a la Junta de Castilla y León y 8,5 millones de euros, es decir el 29% restante, a la comunidad de regantes, afectando en conjunto a 3.000 hectáreas”.
arnero también hizo referencia a las alegaciones presentadas al borrador del Plan Hidrológico. Siendo la cuenca del Duero la que menor capacidad de regulación tiene dentro de las grandes cuencas españolas, la Consejería considera necesario incrementar su capacidad por tres motivos: Resolver problemas de regulación estructurales en zonas con déficits para atender las demandas actuales; permitir la garantía de mantenimiento de los regadíos de aguas subterráneas en el futuro, sin aplicar limitaciones a las actividades existentes en la actualidad, y hacer la cuenca más resiliente frente a las consecuencias del cambio climático.
En virtud de lo anterior, el consejero señalóque “el borrador del Plan Hidrológico contempla únicamente dos regulaciones que atienden al primer objetivo señalado, que son las regulaciones de las zonas del Órbigo y el Carrión, si bien esta última, está dotada con unas cantidades de inversión muy escasas para este periodo (5 millones de euros para cada una de las dos presas proyectadas en la zona), que no permitirán poner en marcha estas infraestructuras a lo largo del periodo, como señala el borrador de Plan”.
Además, el segundo de los objetivos, según Carnero, “debe conseguirse incluyendo en el Plan actuaciones como la regulación del Cega, a través de la presa de Lastras de Cuéllar, que figuraba en el Esquema Provisional de Temas importantes de esta planificación y ha desaparecido. Por otro lado, es preciso incrementar la regulación del Tormes para que permita mantener e incluso incrementar las superficies de regadío dependientes de La Armuña que quedan pendientes de transformar y que tienen como objetivo principal sustituir regadíos que actualmente se nutren de recursos subterráneos”.
“Otra medida que debería incluirse en este Plan”, tal y como ha añadido Carnero, “sería incrementar la presa de Santa Teresa, que junto con las actuaciones en el río Cega, darían solución a los problemas de aguas subterráneas en el norte de la provincia de Salamanca, sur de Valladolid y varias zonas de Ávila y Segovia”.
En este apartado de alegaciones, Carnero también ha reivindicado que “desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural pensamos que no debe renunciarse al incremento de las superficies regables en nuestra Comunidad. Castilla y León alberga un porcentaje de superficie de regadío menor que la media española, y esta actividad es clave para el desarrollo rural. La densidad de población se multiplica por tres en las zonas de regadío respecto a las de secano, se genera un valor añadido bruto 3,5 veces mayor que en las explotaciones de secano, y la realidad es que se incorporan 6,5 veces más de jóvenes respecto a secano”.
