En la reunión extraordinaria del Consejo de Administración se puso de manifiesto que el Sistema de Institucional de Protección (SIP) constituye el mejor modo de aunar el fortalecimiento del músculo financiero entre las entidades, y el mantenimiento de la personalidad y autonomía de cada una de las cajas.
Según se ha expuesto en las últimas reuniones de los consejos de administración de Caja Segovia y Caja Ávila, la integración en un SIP permite garantizar la identidad propia de cada entidad. Además prevé que las cajas de ahorros realicen sus peticiones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aprobado por el Gobierno el año pasado.
La defensa del modelo de SIP también ha sido defendido en las otras provincias donde se apuesta por Banca Cívica. El presidente del Gobierno Foral de Navarra y de Caja Navarra (CAN), Miguel Sanz, destacó que las cajas que pasen a formar parte del grupo Banca Cívica «no desaparecen», sino que mantienen su «autonomía y su funcionalidad en cada uno de sus territorios adscritos», según informa la prensa navarra. “Este proceso de integración no tiene las desventajas que puede tener una fusión real, total y absoluta, con la pérdida de autonomía y de propiedad que ello implica», agregó.
Porcentajes. La evolución del proceso se centrará luego en la participación de cada entidad. Así, de acuerdo con las previsiones que había hasta ahora era que Caja Navarra tendría un 41 por ciento del grupo Banca Cívica. «Caja Canarias seguirá siendo Caja Canarias y tendrá el 29 por ciento de Banca Cívica. Y Caja Burgos será Caja Burgos y tendrá el 30 por ciento de Banca Cívica. Ese es el planteamiento de este proceso, que tiene todas la ventajas de una fusión y ninguno de los inconvenientes», según el presidente navarro, quien ahora tendrá que revisar sus porcentajes para tener en cuenta a Caja Ávila y Caja Segovia.
Mientras tanto, los sindicatos navarros abordan mañana jueves una nueva reunión de la mesa laboral del proyecto de Banca Cívica. CCOO ha presentado una propuesta en la que plantea la necesidad de que los diferentes grupos de interés representados en los consejos de las cajas, entre ellos los trabajadores, estén presentes en los órganos de administración de Banca Cívica. Reclama también que Banca Cívica se convierta en una agrupación de cajas si esta fórmula es contemplada en la reforma legislativa prevista.
Del mismo modo exige una garantía de empleo y condiciones laborales, de manera que se excluya la adopción de medidas traumáticas. El sindicato solicita también que se mantengan las condiciones laborales recogidas en los convenios colectivos y acuerdos de empresa vigentes y se negocie un nuevo marco laboral para la sociedad central en torno al Convenio de Cajas de Ahorro
