La Guardia Civil ha detenido en Segovia a un hombre de 35 años, A.B., de nacionalidad marroquí y vecino de Valladolid, como supuesto autor de un delito contra la salud pública, tras aprehender cinco kilos de hachís ocultos en un coche en el que viajaba el ahora arrestado, por la autopista AP-6.
Según informó ayer Subdelegación del Gobierno, el hallazgo tuvo lugar en un control preventivo de seguridad que la Guardia Civil llevaba a cabo en la carretera, en el término municipal de Navas de San Antonio (Segovia)
Los agentes ordenaron la detención de un vehículo Mercedes 320 en el que viajaba A.B., y observaron cómo durante la identificación y comprobación de la documentación del vehículo se mostró nervioso.
Los agentes solicitaron la presencia del Servicio Cinológico de la Guardia Civil para llevar a cabo un registro más pormenorizado del vehículo y el perro detector de drogas localizó en la parte delantera del automóvil nueve botellas de plástico que contenían un total de 480 pequeños paquetes de hachís con un peso total de cinco kilos.
Además, el arrestado tenía en su poder un total de 1.100 euros en billetes de cincuenta y veinte euros, presumiblemente producto de la venta de la droga.
El detenido ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción nº4 de Segovia.
Robo de cable
Por otra parte, la Guardia Civil ha detenido a cuatro personas como presuntos integrantes de una red que se dedicaba al robo de cable de cobre y había operado recientemente en una urbanización de El Sotillo en La Lastrilla
La operación policial se inició el 28 de mayo, tras recibir la denuncia del robo de 4.000 metros de cable de cobre del alumbrado público de una urbanización en construcción en la citada localidad, para lo que levantaron todas las arquetas.
El dispositivo policial consiguió identificar a los presuntos autores del robo, A.T.S.V., de 19 años; R.J.T.S.V., de 22, ambos vecinos de Brieva; J.V.T.S., de 22, vecino de Segovia; y J.T.S., de 45 años, vecino de Sotoserrano (Salamanca).
Los autores del robo fueron localizados ayer en el mismo lugar donde se había registrado el robo del 28 de mayo, cuando iban a llevarse 500 metros de cable recién cortado, portando unas tenazas y un destornillador de grandes dimensiones.