Mansour se toma a broma sus 191 centímetros de estatura. “Soy bajito”. Se quedaría corto para jugar en la NBA, pero le da para ser el máximo goleador de la Gimnástica Segoviana con cuatro goles, los mismos que Javi Borrego. El jugador para el que está preparado gran parte del juego a balón parado simplifica la tarea y su mensaje hacia los centradores: Alexander Szymanowski y Sergio Cidoncha: “Al final lo que les digo es que la pongan arriba, que yo intentaré hacer mi trabajo”.
El central no le da mayor importancia a su condición de pichichi. “Lo primero es portería a cero. Y si luego viene un gol, bienvenido sea”. Subraya que la diferencia a balón parado la hace el aspecto mental. “Hay que estar concentrado porque al final el balón parado dura tres segundos. Y hay que estar convencido; cada vez que hay un córner, voy convencido de que puedo hacer gol. Y si no sale, a intentarlo en la siguiente jugada”. También pone en valor la calidad del centro. “Si tienes un buen sacador, tienes mucha ventaja”.
El defensa sonríe ante una semana feliz tras el triunfo ante el Marino, el primero en casi dos meses. “Hay que hacerla buena el domingo”. Su equipo se mide al Llanera en tierras asturianas con la intención de poner tierra de por medio sobre el descenso. “Llevábamos una mala racha, tenemos que recuperarnos y estamos en el camino bueno”. Él asume los condicionantes de un campo muy estrecho. “Los defensas tenemos nuestro trabajo, pero también los medios y los delanteros. Tenemos que ser un equipo, ayudándonos los unos a los otros. Sabemos que va a ser un partido difícil, pero somos capaces de ganar allí”.
Coincide su entrenador, Manu González, que va recuperando efectivos. “Por fin voy a tener que hacer convocatoria”. Con 19 jugadores entrenando en dinámica de primer equipo, solo tendrá a Rubén y a Borrego como bajas, ya hasta 2022. “No queremos correr riesgos. Forzando mucho, podrían estar frente al Cristo la próxima semana, pero es adelantar la recuperación teniendo luego otras dos o tres semanas, sobre todo viendo que tenemos jugadores disponibles. Ahora que estamos recuperando a la gente en la enfermería, vamos a evitar hacer cosas contraproducentes para la salud de los jugadores”.
González repasa una semana positiva. “La victoria reconforta, nos ha venido de cine para coger esa confianza. Ya la traíamos de Arenteiro, de volvernos con esas buenas sensaciones, y luego pudimos trasladarla al partido de Mallorca”. En especial, destaca el premio de Diego Gómez, que marcó en su regreso tras romperse el cruzado de la rodilla el día del ascenso. “Es un jugador muy querido. Él transmite todos los valores de todos los canteranos; jugar en la Segoviana, venir desde abajo, jugar en todas las categorías, ser un delantero, marcar goles…. Todo eso lo pudimos ver cuando saltó al campo cinco minutos a comerse el terreno de juego. Se llevó ese premio del gol, que para mí es poco para todo lo que se merece”.
El técnico resalta como obviedad el papel desequilibrante de Mansour a balón parado, pero también el valor de Rui, ya recuperado, o Javi Marcos en esa faceta y no garantiza su presencia en el once. “De los tres, jugarán dos y elegiremos las piezas más adecuadas, también teniendo en cuenta que Mansour tiene cuatro amarillas y no queremos perderlo”.
En cambio, Mansour se siente en condiciones pese a estar apercibido. “Al final, yo voy a ir a jugar. Y si te tienen que sacar la quinta, pues te la sacan. No voy pensando en que tengo cuatro amarillas, pienso en ganar el domingo. Y si tengo que hacerlo con cinco amarillas, que así sea”. Si le ponen la pelota arriba, todo será más fácil.
