El Real Madrid consiguió ayer ante el Meridiano Alicante, el primer equipo que le derrotó esta temporada, una cómoda victoria que sirvió para que jugadores y afición se reconciliaran, y para que se atemperaran los ánimos de todos.
Desde el primer momento del duelo quedó clara la diferencia entre los dos equipos. Bastó que los triples iniciales entraran, protagonizados por Sergio Llull y Carlos Suárez, para que los locales se escaparan en el marcador. De hecho, el compromiso se encontraba casi sentenciado cuando se alcanzó el descanso.
Ante la bonanza del resultado, los analistas pudieron escrutar a Emanuele Molin y a su bloque con más detenimiento. El nuevo preparador, que tomó las riendas tras la dimisión de Ettore Messina, desea implantar algunos cambios, que poco a poco empiezan a aparecer en el combinado.
De entrada, se observa la tendencia de la plantilla a correr como primera opción, a buscar una transición rápida o un contraataque si se puede.
En segundo lugar, aunque sí se usan los mismos sistemas, no existe idéntica rigidez. Los jugadores gozan de más libertad para improvisar en momentos concretos de las contiendas.
Por otro lado, el ‘míster’ no castiga tanto como su predecesor los fallos. Habrá que esperar para saber si las modificaciones traen los beneficios esperados.
Otros resultados
B. de Rueda Valladolid-L. Aro 90-73
Asefa Estudiantes-Granada 83-73
Assignia Manresa-Gran Canaria 70-77
Cajasol-CAI Zaragoza 72-86
